Juan Guillermo Monsalve, considerado como testigo estrella en el juicio que avanza contra el expresidente Álvaro Uribe, narró cómo iniciaron las presiones para torcer su testimonio y, de esa manera, beneficiar al líder natural del centro democrático.
El señalado exparamilitar relató que, entre noviembre de 2017 y febrero de 2018, uno de sus compañeros de patio en la cárcel La Picota de Bogotá era insistente con una causa: buscar que Monsalve aceptara una reunión con el abogado Diego Cadena, para entonces apoderado del expresidente Uribe.
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La insistencia era de Enrique Pardo Hasche, un reo que compartía patio y a veces celda con Juan Guillermo Monsalve.
“(Hasche) Me decía que si yo era paraco, ¿qué hacía apoyando a un guerrillero? Que tenía que apoyar a Uribe”, relató Monsalve durante el interrogatorio que adelanta la Fiscalía en los juzgados de Paloqueamo.
Es que Juan Guillermo Monsalve es hijo del mayordomo de la hacienda Guacharacas, propiedad de los Uribe Vélez y ha insistido –durante la última década– en que el expresidente, junto a su hermano Santiago Uribe, ayudaron a fundar el Bloque Metro de las Autodefensas.
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El descalificativo de Hasche tenía un receptor directo: el senador Iván Cepeda, funcionario que se había entrevistado en 2011 con Monsalve. Fue en esa reunión entre el senador y el testigo donde salieron las afirmaciones que vincularon al expresidente Uribe con los paramilitares.
“Querían que cambiara mi testimonio de lo que había hablado en la entrevista con el senador Iván Cepeda. Yo no acepté”, añadió Monsalve.
Juan Guillermo Monsalve relató que el 21 de febrero de 2018 se comunicó con su pareja de entonces, Deyanira Gómez, y le insistió en que necesitaba un elemento para grabar el encuentro con el abogado Cadena.
La mujer decidió comprar un reloj espía y lo ingresó a la prisión a través del abogado Héctor Romero. Un día después, Monsalve se sentó con el abogado del expresidente y el preso Enrique Pardo Hasche.
A cambio de torcer su testimonio, dijo, le ofrecieron la posibilidad de aterrizar en la Jurisdicción Especial de Paz. Pero no fue viable. Luego le habrían prometido una revisión de su condena.
Después de una visita conyugal –y aprovechando que a la salida del penal los controles eran más flexibles– Deyanira logró extraer el reloj y trasladó la información a una memoria USB: llevó la copia de los audios y los videos a la Corte Suprema de Justicia y los recibió el magistrado José Luis Barceló.
Este jueves la Fiscalía pidió liberar el audio que captaron los relojes espías y cuyo contenido, inicialmente, conoció la Corte Suprema de Justicia y valió para que iniciara la investigación que ya tiene en juicio al expresidente Uribe.