El DIM no solo es el líder de la Liga. También uno de los equipos que mejor juega en el fútbol colombiano. El jueves, contra Llaneros en el Atanasio Girardot, sus futbolistas demostraron que el modelo deportivo del técnico Alejandro Restrepo está cerca de la madurez.
Toques precisos y veloces, cuando el equipo se lanzó al ataque, fueron la evidencia de que los miembros del plantel juegan de memoria. Además, la reacción para hacer rápido la transición a la defensa cuando se perdía el balón no solo demostró el compromiso de los jugadores con el planteamiento, sino que fue la certidumbre de que están en muy buena forma física.
Eso se ha logrado con tiempo. Restrepo llegó al Medellín el 7 de agosto de 2024. Los primeros meses fueron una montaña rusa: de la clasificación a cuartos de final de la Copa Sudamericana, se pasó a la eliminación por penaltis contra Lanús de Argentina y a quedarse fuera de los cuadrangulares y la Copa Colombia.
Pero el conjunto terminó con buen nivel el 2024. Desde el 14 de octubre de ese año inició un invicto de 12 jornadas en el rentado local. En ellas, el Equipo del Pueblo ha ido de menos a más hasta llegar al juego dominante de ahora, que también se explica por lo bien que han encajado contrataciones como Léider Berrío.
Además, en el Medellín han tenido un cambio de discurso. Desde enero, el psicólogo deportivo Juan Felipe Jaramillo trabaja con el plantel profesional. Les da charlas de motivación a los muchachos. También ayuda a Restrepo para preparar los discursos que da antes del inicio de los partidos.
Eso ha permitido que convenza a sus jugadores de asumir nuevos roles. Ménder García, que antes jugaba de delantero, ahora es extremo por derecha. Léyser Chaverra, lateral derecho en principio, cumple el rol de defensa central.
“Quiero felicitar, de manera pública, a Ménder porque no es fácil librarlo del ego para sacrificarse por el equipo en una posición como esta. Él ya no está en el área, sino que llega. Define muy bien con balones cruzados en la portería. Esperamos que nos dé muchos goles y hay que valorar el sacrificio que hace por el equipo, jugando muchas veces atrás. Es una posición donde hay que exigirse sin ser una posición que hacía”.
Por último, en la institución roja, desde enero de este año, tienen un restaurante industrial en el que los futbolistas del plantel profesional desayunan y almuerzan bajo la supervisión de un nutricionista que conoce las cargas de los jugadores.