La supervivencia, sostenibilidad y crecimiento de las empresas son claves para el positivo desempeño de la economía del país. Pero, la capacidad de sobrevivir de unidades productivas en Colombia, en sus primeros 5 años de operaciones, es de apenas el 30%.
Lo anterior representa que casi de cada tres nuevas empresas en el país, solo una se mantiene en el mercado pasados cinco años. Aunque, en jurisdicciones como el sur del Valle de Aburrá, ese indicador llega casi al 50%.
Así, de 10 empresas creadas en Envigado en 2019, cinco seguían en operación el año pasado, muestra un informe de la Cámara de Comercio Aburrá Sur. Una proporción similar se observó en Sabaneta.
Pero, ¿cuál es la causa de la mortalidad empresarial? Nicolás Villa, director de Platam, una fintech especializada en financiamiento para pequeñas y medianas empresas (pymes), sostiene que en un ecosistema cada vez más competitivo, la diferencia entre el crecimiento y estancamiento de una empresa a menudo depende de un factor esencial: el capital de trabajo.
Desde su perspectiva, este recurso financiero permite a las pymes mantener su operación y sostener sus actividades diarias, pero su acceso sigue siendo un desafío. “El capital de trabajo es el oxígeno financiero de una empresa, sin acceso a este, su crecimiento y estabilidad se ven comprometidos”.
A la falta de oferta crediticia que viven las empresas se le suman factores externos como la inflación y el aumento en las tasas de interés, acontecimientos globales impulsados por la volatilidad del panorama político y económico.
Para Villa, acceder a liquidez de manera oportuna puede ser la diferencia entre una empresa que sobrevive y otra que crece exponencialmente. “El capital de trabajo no solo mantiene a flote a las empresas, sino que les permite expandirse, innovar y consolidarse en el mercado”, anotó.
Mientras desde Platam se promueve al factoring como un mecanismo de financiación a corto plazo bondadoso para las empresas, entidades como Bancamía resaltan al microcrédito productivo como la fórmula efectiva para apalancar los negocios.
“Opciones como el factoring han cobrado protagonismo, ya que permiten el pago anticipado de facturas, otorgando liquidez inmediata para mejorar el flujo de caja y enfocarse en el crecimiento”, dijo.
“A diferencia del crédito tradicional, el factoring no depende únicamente del historial financiero de la empresa, sino también de la solvencia de sus clientes”, añadió Villa.
Por su parte, Bancamía resaltó que actualmente atiende a más 210.000 emprendedores quienes han accedido a créditos para el fortalecimiento de sus microempresas. De estos el 56% son mujeres, el 43% vive en zonas rurales, el 38% de ellos tiene educación primaria a lo sumo y el 81% son vulnerables desde el punto de vista de sus ingresos.
La entidad cerró el 2024 con una cartera mayor a $1,7 billones, con una contracción de 3%, respecto al 2023.
“Trabajamos en la evolución de un modelo de desarrollo de clientes enfocado en la gestión del riesgo crediticio adaptado al nuevo contexto que nos ofrece el país y al marco normativo de las microfinanzas para los entornos urbanos y rurales”, mencionó Viviana Araque Mendoza, presidenta de Bancamía.
A su turno, desde hace algún tiempo el Bbva apuesta por el confirming social, un tipo de financiación que permite a los proveedores acceder anticipadamente al cobro de sus facturas con mejores condiciones económicas y contar con los recursos de manera inmediata.
Con esto, se busca brindar liquidez y alternativas de financiación a las micro, pequeñas y medianas empresas, eliminando barreras y logrando flexibilizar las políticas de pago a sus proveedores. Con esta práctica se ha impulsado la producción, la creación de empleo local y la sostenibilidad social y económica.
En un país donde la mayoría de las empresas no supera los cinco años de operación, Créame, considerada la primera incubadora de empresas de Colombia, adelanta una transforma para ofrecer soluciones más efectivas a los emprendedores y evitar que enfrenten solos los desafíos del crecimiento.
“Hemos creído que el poder de la transformación, no solo de Colombia, sino de América Latina, está en las empresas”, afirmó Juan Manuel Higuita, director de Créame.
Añadió que la renovación de la entidad no solo busca ofrecer más y mejores soluciones para los emprendedores, sino también fortalecer las redes de alianzas estratégicas, ampliar su alcance en los territorios y contribuir al desarrollo del país.
“Este proceso es el resultado de un trabajo articulado entre el sector empresarial, académico y gubernamental, y marca un paso decisivo hacia un ecosistema emprendedor más sólido y competitivo”, agregó Higuita.
A lo largo de su historia, Créame ha tenido un impacto en el ecosistema emprendedor significativo, al haber acompañado a 8.465 emprendedores, movilizado $35.093 millones en inversión y capital productivo, apoyado la generación de 48.560 empleos e impulsado ventas por más de $1 billón.
Además, ha sido una escuela de talento para el ecosistema empresarial colombiano, con más de 2.300 profesionales que pasaron por allí.