Las cartas en el Consejo Nacional Electoral desde hace días parecían estar jugadas con respecto a la investigación que adelanta esta corporación sobre las irregularidades en la financiación de la campaña del presidente Gustavo Petro.
Si la ponencia de fallo se hubiera votado la semana pasada, era altamente probable que la campaña de Petro perdiera esa batalla por 6 votos contra 3. Escenario en el cual le aplicarían una sanción administrativa al Pacto Histórico por haber superado los topes de las campañas.
La sanción, más allá de obligar al partido del Presidente a pagar una multa significativa, tendría un impacto simbólico y además presionaría a la Comisión de Acusaciones y a la Fiscalía para que dejen la operación tortuga con la que llevan los casos relacionados con el tema.
Pero el panorama del 6-3 puede cambiar ahora con la renuncia de César Lorduy, pues este magistrado de Cambio Radical era uno de los seis que hacían mayoría.
Su salida abre el camino para que ocupe su lugar una persona afín al Pacto Histórico, con lo cual el conteo de votos ya sería 5-4 y, según el código electoral vigente, el CNE solo puede tomar decisiones como ésta por mayoría calificada, las dos terceras partes de sus miembros.
Es decir, el caso de la campaña de Petro podría quedar en un limbo de 5-4 y no concluir en nada.
En el Congreso de la República, que debía aceptar la renuncia por haber sido quien lo eligió, un grupo pidió ayer aplazar la sesión hasta tanto Lorduy no explicara las razones de su renuncia, algunas congresistas lo cuestionaron duramente, pero hacia el mediodía le fue aceptada.
Y es que las suspicacias están a flor de piel, varios senadores están convencidos de que se trata de una jugada para prácticamente engavetar la investigación del Consejo Nacional Electoral. “Saben que con esa renuncia se está garantizando la prescripción de la actuación administrativa en el Consejo Nacional Electoral contra Gustavo Petro”, dijo en la plenaria el representante del Centro Democrático, José Jaime Uscategui.
Y agregó: “Ese proceso debe salir la próxima semana o la primera quincena de marzo a más tardar y esta jugadita del Pacto Histórico no la podemos permitir porque significa la impunidad de la campaña presidencial”.
La razón que esgrimió Lorduy para su renuncia fue la de que piensa lanzarse como candidato al Congreso de la República. Sin embargo, en el salón elíptico circulaba la versión de que algo tuvo que ver una solicitud perentoria hecha desde la Casa de Nariño a la casa Char en Barranquilla.
En sectores petristas dan por hecho que quien llegará a ocupar la vacante en el CNE es el abogado Álvaro Echeverry, muy cercano al hoy embajador en Londres, Roy Barreras. Fue Barreras quien lo llevó a la campaña presidencial de Gustavo Petro, y en su momento Echeverry se destacó por manejar la estrategia con la cual buscaban votos potencialmente perdidos del candidato.
Como se informó en su momento, Echeverry estuvo detrás de la inscripción de 39.840 jurados de votación del Pacto Histórico y también se le atribuyó el manejo de un software de inteligencia artificial con el cual se recuperaron cerca de medio millón de votos “perdidos” del Pacto en las elecciones al Congreso.
¿Por qué sería Echeverry el elegido? Porque los nueve magistrados del Consejo Nacional Electoral fueron elegidos, en 2022, de planchas que presentó cada partido. De la plancha mayoritaria, en la que en ese entonces estaba Cambio Radical, salieron elegidos ocho magistrados, y Álvaro Echeverry, que ocupaba la novena casilla de esa plancha, no logró cupo. El elegido como noveno magistrado fue Álvaro Hernán Prada, de otra plancha.
El argumento de los petristas para quedarse con la vacante de Lorduy es que los 16 partidos que integraron esa plancha dejaron una cláusula según la cual ocuparía la silla vacía el siguiente de la plancha. Pero Cambio Radical tiene otro argumento, y es que es a ellos a quienes les corresponde ocupar la vacante de su candidato.
Sin embargo, en el Consejo Nacional Electoral dicen que ni lo uno ni lo otro. Y se remiten a lo ocurrido en 2019 cuando, tras la muerte del magistrado Heriberto Sanabria, el abogado Hollman Ibáñez, que era el siguiente en la plancha, hizo de todo para quedarse con su curul.
Desde ir a posesionarse él mismo en una notaría, hasta colarse en las sesiones plenarias como “magistrado” del CNE.
Al final el Consejo de Estado se pronunció y dijo que ante la falta de un magistrado debía hacerse una nueva elección. Concretamente señaló que no existe “la figura de designación por llamamiento para el CNE, las planchas o las listas eleccionarias que contienen los candidatos postulados por los movimientos y partidos políticos con personería jurídica que tengan asiento en el Congreso”.
Así entonces, muchos esperan que se dé una fuerte puja en el Congreso de la República para la elección del nuevo magistrado.
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