En un lamentable incidente registrado en Bucaramanga, Santander, Brayan Ojeda, un joven trabajador de la construcción, perdió la vida debido a una complicación médica derivada de una inyección administrada para aliviar síntomas de virosis.
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Así lo dio a conocer Noticias Caracol, según un informe de ‘Séptimo Día’, en el cual habló Yamile Ferreira, madre del fallecido, quien comentó que el deseo de buscar alivio para el malestar general que ambos experimentaron terminó en tragedia para su familia.
Yamile sugirió a Brayan que recibiera una inyección de una mezcla de medicamentos recomendados en una droguería local, conocida coloquialmente como “matrimonio”. Brayan, siguiendo el consejo materno, se dirigió a otra farmacia para recibir el tratamiento, ya que la primera estaba cerrada.
Desafortunadamente, solo dos días después de la aplicación, comenzó a presentar grave dificultad para mover la pierna donde fue inyectado. Aunque los hechos ocurrieron en mayo de 2022, el caso revive la importancia de evitar la automedicación.
Brayan Ojeda fue infectado con bacteria ‘come carne’
Karen Ojeda, hermana del afectado, relató que Brayan fue a trabajar el 24 de mayo, pero tuvo que ser transportado a la Clínica Chicamocha debido a severos dolores.
En la clínica, los diagnósticos confirmaron que sufriría de una infección por una bacteria conocida como “come carne”. A pesar de los esfuerzos de los médicos que incluyeron la limpieza quirúrgica de la zona afectada, el avance de la infección obligó a los médicos a amputar su pierna.
Tristemente, Brayan falleció en la madrugada del 24 de mayo, tan solo cuatro días después de la aplicación inicial. El informe de Medicina Legal indicó que la causa de muerte fue una “fascitis necrosante fulminante y síndrome de shock tóxico tras inyección intramuscular”.
¿Qué pasó con el responsable de aplicar la inyección?
Este tipo de infección, como explicaron los médicos consultados por “Séptimo Día”, es extremadamente grave y puede ocasionar daños irreversibles rápidamente.
La repercusión del caso llevó a una investigación sobre Hernando Restrepo, el individuo que administró la inyección. Aunque él afirmó haber seguido los procedimientos adecuados, actualmente enfrenta un proceso penal por homicidio culposo en la Fiscalía General de la Nación.
Advertencia contra la automedicación y procedimientos en droguerías
A raíz de esta tragedia, el Ministerio de Salud le manifestó a “Séptimo Día” que las droguerías en Colombia no están autorizadas para recetar medicamentos ni realizar procedimientos clínicos tales como inyectología.
Alexander Melo, líder nacional del programa de Tecnología en Regencia de Farmacia de la UNAD, enfatizó que cualquier inyección, incluso de medicamentos comunes como el diclofenaco, requiere de una orden médica.
La historia de Brayan Ojeda sirve como un doloroso recordatorio de las consecuencias que puede acarrear la búsqueda de ataques en la salud sin la supervisión de profesionales calificados.