Ministro Benedetti parece jefe de campaña impulsando el “frente amplio” para elecciones del 2026

ChatGPT y Deepseek

Se sabía que el aterrizaje de Armando Benedetti al Gobierno, luego de haber sido diplomático en Caracas y Roma, tenía como objetivo armar la estrategia de cara a las elecciones de 2026. El presidente Gustavo Petro se dio cuenta que lo necesitaba ya no solo como su nueva mano derecha en Presidencia —pues Laura Sarabia fue nombrada canciller– sino que además debía ponerlo al frente del Ministerio del Interior, la cartera encargada de impulsar la agenda del Ejecutivo en el Congreso y de las relaciones con los partidos políticos.

Lo que no se sabía es que el excongresista Benedetti, un operador político como pocos, iba a mover la estrategia para el 2026 de frente y en público: “Si logramos hacer un frente amplio para marzo (del 2026), en donde vaya el Partido de La U, el Pacto Histórico, el Partido Liberal, los independientes y los Verdes de Amaya, y que de ahí pueda salir un candidato de un frente amplio, muy seguramente se puede ganar versus el de la derecha, que puede ser Claudia López, (Sergio) Fajardo o Vicky Dávila”, dijo el ministro hace un par de días en el Congreso.

Esto fue interpretado por algunos sectores de la oposición, incluso, como una falta disciplinaria pues el ministro no debería meterse en asuntos de campaña electoral; una de las razones es que su cartera es la que brinda garantías desde el Ejecutivo a todos los partidos políticos y movimientos sociales.

Además, Benedetti se tomó una foto con un grupo de congresistas mujeres liberales que representan un sector de ese partido más cercano al Gobierno que a la independencia que reclama el expresidente César Gaviria. El ministro del Interior sale sonriendo junto a Flora Perdomo (Huila), Karyme Cotes (Sucre), Olga Beatriz González (Tolima) —ficha del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo— y Kelyn Johana González (Magdalena).

El presidente Petro citó la foto que publicó Benedetti con las congresistas liberales y dijo: “Claro que habrá un Frente Amplio en el país para profundizar una sociedad donde se abran oportunidades para todos y todas”.

Ese “frente amplío” al que se refieren Petro y Benedetti ha sido mencionado por el presidente desde el inicio de su mandato cuando tuvo una “luna de miel” en el Congreso impulsada por otro operador político con experiencia, Roy Barreras, exsenador y hoy embajador de Colombia en Reino Unido. Últimamente, el mandatario volvió a citar esas dos palabras en sus discursos y publicaciones en la red social X.

Según fuentes de Presidencia, el jefe de Estado es consciente de que el petrismo por sí solo –que además está fracturado– no ganará las elecciones en 2026. Entonces para que se “reelija el proyecto”, como él dice, se necesita traer a otras fuerzas políticas para integrar un “frente amplio” que incluso logre una bancada mayoritaria en las elecciones legislativas del próximo año.

Hay un bloque de petristas “pura sangre” como Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social, Alexander López, director saliente del Departamento Nacional de Planeación y la senadora María José Pizarro que son quienes están esperando el visto bueno del jefe de Estado para ser su carta a las presidenciales. El mandatario, sin embargo, sabe que sus alfiles no son suficientes para competir, a pesar de que las encuestas (prematuras) ubican a Bolívar, por ejemplo, en un buen porcentaje de intención de voto, por detrás de Vicky Dávila y Sergio Fajardo.

Por eso, Benedetti entra en la ecuación para lograr traer a otros sectores, incluyendo congresistas que no son tan conocidos por la opinión pública pero que tienen maquinaria en sus territorios, algo de lo que carecen la mayoría de funcionarios petristas cuyo electorado es más de opinión. El ministro sabe, además, que debe “quitarle” las maquinarias de los partidos de La U y Liberal al candidato de la derecha, sea el expresidente Germán Vargas Lleras, Vicky Dávila o quien resulte del Centro Democrático.

Precisamente, el embajador Roy Barreras vino al país desde Londres hace algunos días para practicarse exámenes médicos y se reunió en su casa por separado con Bolívar, Pizarro, el director de Colpensiones, Jaime Dussán, y otros congresistas como Gloria Flórez y Alirio Uribe y los exministros Carolina Corcho y Juan David Correa.

La estrategia pasa por el cómo y el cuándo pues según fuentes de esa colectividad, el Pacto Histórico tendría que definir primero una consulta en octubre en la que participarían Bolívar, Pizarro, López, Corcho, el exalcalde de Santa Marta Carlos Caicedo y el saliente embajador de Colombia en Argentina, Camilo Romero.

Hay una inquietud legal que tiene que ver con que si estos candidatos participan en una consulta en octubre ya no lo pueden hacer para otra consulta en marzo –en las elecciones legislativas– y tendrían que presentarse a la primera vuelta presidencial en mayo. Si finalmente sí pueden presentarse a una consulta de “frente amplio” en marzo, se sumarían Roy Barreras, el exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, el excanciller Luis Gilberto Murillo, el exministro Juan Fernando Cristo y el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, que tendría que renunciar.

Para el politólogo y profesor de la Universidad Javeriana, Carlos Prieto, “el Pacto Histórico fue un movimiento creado por el hoy presidente Petro para promocionar su candidatura pero no tiene una vocación de permanencia”, dice Prieto a EL COLOMBIANO.

Por lo pronto, el presidente Petro dice en público que no tolerará “dobles agendas” de funcionarios que sean candidatos en su Gobierno, pero al mismo tiempo está impulsando a como dé lugar el “frente amplio” para reelegir su proyecto político.

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