Hernán Darío “El Bolillo” Gómez se reunió este domingo 9 de marzo con Nayib Bukele, presidente de El Salvador. Desde el pasado 26 de febrero, el entrenador antioqueño asumió las riendas del equipo nacional del país centroamericano. A “Bolillo” lo contrataron con la ilusión de que lleve al seleccionado salvadoreño al Mundial de Norteamérica. En “el país más seguro del mundo” le piden un “milagro” como el que hizo con Ecuador y Panamá en el pasado.
La histórica clasificación de los panameños a Rusia 2018 fue su carta de presentación en San Salvador. Además, la presencia del dirigente panameño Rolando González en el consejo directivo de la Federación Salvadoreña, así como la admiración de Yamil Bukele, hermano mayor del presidente, y nacido en San Andrés, pesaron para que lo contrataran.
-“Pídame lo que quiera, pero vayamos al Mundial”, le dijo Nayib, uno de los presidentes con mayor popularidad en el mundo (80%, de acuerdo con datos de As/Coa), al timonel colombiano.
-“Si no vamos, no me vaya a meter por allá, porfa”, le respondió, en medio de risas, Gómez al presidente, haciendo referencia al Centro de Confinamiento del Terrorismo, la megacárcel que hizo Bukele para retener a los líderes de las Maras en el departamento salvadoreño de San Vicente.
Le respondió, con tono jocoso, que no le aseguraba nada. “Bolillo”, junto a su cuerpo técnico, asumieron un reto grande. El Salvador es un país futbolero, pero con presentaciones históricamente precarias. Solo en 1982, cuando jugaba Jorge Alberto “El Mágico” González, futbolista salvadoreño que estuvo en Europa y decían que era mejor que Diego Maradona, clasificaron a una Copa del Mundo.
De momento, se ubican terceros del Grupo F de la segunda ronda, con 4 puntos. Por delante tienen a Puerto Rico y Suriname. Los dos primeros de esta ronda, clasificarán a la tercer fase, donde 12 elencos se enfrentarán en tres zonas. Los tres primeros irán al Mundial de Norteamérica. Los mejores segundos disputarán el repechaje.
“En este momento somos los peores, pero no podemos seguir siéndolo”, le dijo Gómez –confeso admirador– a Bukele. Este le ofreció su apoyo, económico y emocional, de manera incondicional. Le dijo que, además del gimnasio y centro de recuperación que ya tienen, planean hacer un estadio para 50.000 espectadores sentados que será el más moderno de Latinoamérica.
Gómez y su equipo de trabajo le dijeron que estaban trabajando en un plan para mejorar la forma física de los futbolistas de la Selección a partir de la alimentación. Se comprometieron a hacerlos bajar de peso, debido a que el 95% están pasados de kilos, y a darle muchas alegrías a ese país, que para “Bolillo” es el mejor del mundo gracias al líder que lo pone nervioso.
El entrenador antioqueño, de 69 años, ha estado en cinco mundiales. De ellos, dos fueron como asistente de Francisco Maturana en la Selección Colombia (1990 y 1998). Los restantes como entrenador en propiedad y con equipos diferentes. Gómez dirigió a la Tricolor en Francia 1998.
Cuatro años después clasificó a Ecuador a Corea-Japón 2002 y en Rusia 2018 orientó al seleccionado de Panamá. “Todas fueron con equipos que ‘no existían’. En Ecuador le dimos un alegría al pueblo. Acá esperamos hacer lo mismo y quedar en la historia de El Salvador, país en los que todo el mundo tiene puestos los ojos en este momento”, aseguró.