Si bien este lunes la senadora Nadia Blel, presidenta de la Comisión Séptima, ratificó que este martes se reunirán para discutir el futuro de la reforma laboral, la segunda vicepresidenta de la Cámara, Lina María Garrido, instó a la congresista a posponer el debate debido a las marchas que se realizarán mañana por convocatoria del presidente Gustavo Petro.
La representante de oposición (Cambio Radical), quien planteó la propuesta a modo de sugerencia, pidió posponer la discusión debido a las “amenazas directas” del jefe de Estado contra los integrantes de la Comisión, así como “el intento de asonada” de la semana pasada tras las protestas de aprendices del Sena que estaban de visita en el Congreso.
“Le sugiero reconsiderar la realización de la sesión programada para mañana en la cual se debatirá la reforma laboral. No es casualidad que el presidente haya convocado a la Plaza de Bolívar, a escasos metros del Capitolio. Su objetivo es claro: intimidar, presionar y posiblemente agredir. No podemos permitir que use la violencia y la manipulación como herramientas de gobierno”, reclamó Garrido.
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En esa línea, la parlamentaria ratificó que el Congreso es un espacio de debate democrático, “no un escenario de amedrentamiento ni de ataques contra la oposición. El país ya está en crisis, y Petro busca incendiarlo aún más. No caigamos en su juego”.
Un dejo de angustia y preocupación persiste entre los senadores de la Comisión Séptima, que este martes –en medio de las marchas y el día cívico convocado por el presidente Gustavo Petro–, se aprestan a definir el futuro de la reforma laboral. Si bien hay intranquilidad, los congresistas siguen firmes en su decisión de discutir el proyecto, aunque desde ya advierten presiones y amenazas.
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“La Comisión Séptima de Senado va a sesionar este martes como esperan los colombianos que lo hagamos. Lo haremos a pesar de las presiones, las descalificaciones y las amenazas que estamos recibiendo”, reclamó la presidenta de la Corporación Nadia Blel (Partido Conservador), una de las ocho senadoras que hoy respaldan la ponencia de archivo de la reforma, lo que hace que esté virtualmente hundida.
El nivel de crispación es tal que la senadora paisa Berenice Bedoya, de la Alianza Social Independiente (ASI), tuvo que ser hospitalizada días atrás debido a “las amenazas y la ola de ataques violentos que han promovido hacia los que apoyamos la ponencia negativa”, según reveló su compañero, el senador Honorio Henríquez (Centro Democrático).
Bedoya ratificó que no cederá ante la intimidación, los ataques y calumnias que, dijo, han sido orquestadas desde el mismo Gobierno. “No actúo bajo presiones, sino sobre realidades. Debemos proteger a los nueve millones de trabajadores formales y buscar estrategias de formalización de los 12 millones de trabajadores informales. Debe ser una reforma donde ganen todos y no se estigmatice a los empresarios”.
De hecho, el presidente respondió a la congresista y la acusó de actuar bajo presiones, al tiempo que la señaló de traicionar al pueblo: “Actúas bajo presiones, Berenice, y de las peores, de las que vienen de los poderosos del dinero. Traicionaste a tu pueblo, a la gente humilde. No hay perdón para el que ataca al humilde con las garras de la codicia. De entre los emancipadores y los esclavistas, preferiste el bando de la oscuridad esclavista, atropelladora de los seres humildes”.