Sigue en el limbo el futuro de La Rolita, el operador público de transporte de Bogotá, que por orden del Tribunal de Cundinamarca deberá desaparecer por haber tenido inconsistencias durante su proceso de creación. Pese a que ese tribunal le negó a la Alcaldía el plazo para poder corregir y subsanar los errores de forma, todavía queda una posibilidad a la que la administración de Carlos Fernando Galán le está apostando para salvar esa compañía y, en eso, el espaldarazo del Concejo de Bogotá será clave.