Cada día parece agrandarse más la cadena de reclamos de las empresas que prestan servicios públicos en Colombia.El Gobierno les debe a esas compañías buena parte de los subsidios ya causados a los hogares de estratos 1, 2 y 3, que, por años, han tenido apoyo del Estado para cubrir el consumo de luz y gas, tanto el que llega a las casas como el que se compra en cilindros en las regiones donde no hay tubería.Desde la percepción ciudadana, hay una especie de ‘mutilación’ de subsidios, lo que ha desatado una avalancha de cartas y pronunciamientos que van y vienen, y esta semana no fue distinto.