El fallecido cabecilla del Cartel de Cali, Hélmer Francisco Herrera Buitrago, conocido como Pacho Herrera, tenía oculto un multimillonario predio que adquirió a través de una empresa fachada en 1992, hace más de 33 años y que la Fiscalía logró identificar, para ocuparlo con fines de extinción de dominio.El predio tenía una extensión de un millón de metros cuadrados y fue desenglobado en más de 137 lotes, que pasaron a una fiducia con la colaboración de un político que, al mismo tiempo, se convirtió en su testaferro.