ESHE NELSON
NORTHSTOWE, Inglaterra — En una calurosa tarde de julio, Firouz Thompson condujo por la nueva carretera que conduce a Northstowe, a unos 10 kilómetros al noroeste de Cambridge.
“Aquí es donde estará el nuevo centro del poblado”, dijo Thompson, mientras señalaba a un espacio vacío que con el tiempo incluirá un mercado, una tienda de conveniencia, una biblioteca y un centro de salud. Cerca ya hay una preparatoria y una escuela para todas las edades con necesidades especiales. Pronto abrirá un preescolar.
Para el 2040, este antiguo aeródromo de la Segunda Guerra Mundial se transformará en un poblado con 10 mil viviendas y unos 25 mil habitantes. Al menos, así lo esperan el Gobierno británico, los funcionarios regionales y los residentes. Hoy Northstowe tiene sólo mil 450 viviendas. Casi una década después de su fundación, se ha convertido en un ejemplo de la lentitud con la que Gran Bretaña está abordando su crisis inmobiliaria.
“El Reino Unido ha tenido una crisis de vivienda peor que la mayoría de sus países semejantes, durante un periodo más largo que la mayoría de sus países semejantes”, dijo Anthony Breach, investigador del Centro para las Ciudades, un grupo de expertos en política urbana.
El gobernante Partido Laborista del País ha prometido construir 1.5 millones de viviendas en los próximos cinco años. Parte de su estrategia es construir pueblos nuevos al expandir pequeñas comunidades o establecer asentamientos, reviviendo una idea de la década de 1940.
“Me mudé aquí pensando, vaya, una nueva comunidad y, vaya, una nueva escuela”, dijo Thompson, una de las primeras personas en mudarse a Northstowe en el 2017 y representante del poblado en el consejo del condado. Pero reconoce que el desarrollo ha sido lento.
En las últimas décadas, la menguante oferta de viviendas nuevas se ha convertido en una crisis que ha dejado a Gran Bretaña con un déficit de más de 4 millones de viviendas, en comparación con el ritmo de construcción de viviendas en el país europeo promedio, reporta el Centro para las Ciudades. Los precios de las viviendas se han disparado y ha aumentado el número de personas sin hogar.
El Gobierno laborista ha reintroducido objetivos de construcción obligatorios para las autoridades locales que tendrán como objetivo entregar 370 mil viviendas al año. Quiere revivir la idea de los pueblos nuevos, una política introducida después de la Segunda Guerra Mundial para desviar la construcción de Londres. El más conocido es Milton Keynes, con más de un cuarto de millón de habitantes. En julio, el Gobierno anunció un grupo de trabajo para desarrollar una estrategia para poblados nuevos —asentamientos de más de 10 mil viviendas.
“No creo que sea poco realista estar trabajando en varias de estas nuevas comunidades a gran escala para el último año del Parlamento”, que es dentro de cinco años, dijo recientemente a la BBC Matthew Pennycook, Ministro de Vivienda.
Durante años, Cambridgeshire, el condado donde se encuentra Northstowe, ha estado apresurándose a construir más viviendas. La reputación de la Universidad de Cambridge lo ha convertido en un imán para empresas innovadoras, pero los patrones dicen que tienen dificultades para atraer a trabajadores porque la vivienda es muy cara.
La crisis hace que las empresas se pregunten si Cambridge es adecuado para ellos, dijo Bridget Smith, líder del Consejo del Distrito de South Cambridgeshire, la autoridad local responsable de la planeación. “Para estas empresas, es Cambridge o el extranjero”, dijo.