Diariamente, cientos de bogotanos son víctimas de una inesperada situación que se está viviendo en las vías de la capital y que parece que no tiene freno por parte de las autoridades, ya que es bien difícil de controlar y sobre todo de identificar a los responsables.
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Se trata de los llamados pinchallantas, este grupo de delincuentes que, luego de poner objetos afilados en algunas calles de Bogotá, esperan que los conductores pasen por encima y queden varados en plena vía, obligándolos a no tener otra opción que acceder a los talleres de mecánica cercanos cobrándoles altas sumas de dinero, según informó El Tiempo.
En qué zonas de Bogotá se encuentran los pinchallantas
Aunque todos los días aparecen nuevas víctimas, esta situación se vive con mayor intensidad durante los puentes festivos, la semana de receso escolar y la temporada de vacaciones en zonas como la avenida Boyacá, autopista Sur y la calle 80, de acuerdo con el rotativo.
Los delincuentes se las ingenian para poner en las calzadas de las vías objetos como puntillas, tornillos y varillas, con el fin de que estos se incrusten en las llantas y se pinchen. Generalmente las ponen en las rejillas de las alcantarillas, policías acostados o camuflados en los huecos, según el citado diario.
Así le sucedió a Ómar Vanegas en el sector de Yomasa, localidad de Usme, cuando viajaba con su familia al departamento del Meta en su camioneta Ford Explorer. Allí, al pasar por una alcantarilla, el vehículo lo alertó de que los neumáticos estaban desinflados y fue ahí donde milagrosamente aparecieron varios a supuestamente ofrecerle ayuda, de acuerdo con el impreso.
“No pasaron más de 2 minutos y llegaron los ‘buenos samaritanos’ con el compresor listo para inflarnos los neumáticos y que alcanzáramos a llegar un montallantas que nos recomendaron. Le pusieron cerca de 9 parches y por eso me cobraron 500 mil pesos”, indicó Vanegas en el citado medio.