Cuando se encontraban cumpliendo con una orden de captura, en una vivienda ubicada al interior de un conjunto residencial del barrio Ciudad Jardín, en el sur de Cali, efectivos de la Policía escucharon sonidos extraños en uno de los cuartos y, al revisar, hallaron un ocelote en cautiverio.
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El felino, que estaba en una jaula con ventilación insuficiente, presentaba signos de deterioro en su organismo. Los efectivos de la Policía procedieron a contactar al Dagma para atender la situación.
Sara Mercedes Rodas, subdirectora de calidad ambiental del Dagma, señaló: “El ocelote se encontraba en condiciones deplorables, sin recibir luz solar y con una dieta inadecuada. Estos factores complican su recuperación”.
La funcionaria también destacó que el caso está tipificado como presunto tráfico ilegal de fauna silvestre, un delito que afecta gravemente a la biodiversidad.
El animal fue trasladado por las unidades de fauna del Dagma a un hogar de paso, donde permanece en cuarentena y se le realizan exámenes médicos para determinar su estado de salud.
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El ocelote (Leopardus pardalis) es un felino de tamaño mediano, nativo de América Central y del Sur, que habita en zonas de vegetación densa como selvas tropicales y pastizales.
Se caracteriza por su distintivo pelaje manchado, similar al del jaguar, y es un cazador nocturno que se alimenta principalmente de pequeños mamíferos, aves y reptiles.
Aunque en el pasado su caza fue común por la demanda de su piel, actualmente es una especie protegida en muchas regiones.