El Primer Ministro israelí instó el domingo al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, a ordenar la retirada de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la Finul de las zonas de combate en el sur del Líbano. RFI conversó con el embajador de Israel en París, que acusa a los cascos azules de no cumplir con su misión, y a un ex oficial del Estado mayor de la Finul, que defiende el mandato de la ONU.
La frontera entre el sur de Líbano e Israel sigue este lunes marcada por el enfrentamiento entre el grupo islamista Hezbolá y el ejército israelí. La milicia apoyada por Irán amenazó este lunes al Estados hebreo con más bombardeos si sus fuerzas continúan con su ofensiva en Líbano, tras matar a cuatro soldados israelíes y herir a más de 60 personas en un ataque con drones contra una base militar al sur de Haifa.
Los combates en Líbano también alcanzaron la fuerza de paz de la ONU en el país (Finul). El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había instado a la ONU a retirar “inmediatamente” a sus efectivos de la Finul de las zonas de combate. La misión principal de la Finul ha sido, desde su despliegue en 1978 y su refuerzo en 2006 tras la guerra de ese año entre Israel y Hezbolá, garantizar el cese de hostilidades. Israel acusa a la Finul de incumplir su misión y pide que mueva a los cascos azules para evitar el peligro.
“Si usted lee los informes que preparó la Finul desde 2006 hasta hoy, el Hezbolá no está presente en el sur de Líbano”, ironiza Joshua Zarka, embajador de Israel en Francia entrevistado por RFI. “No hay nada en los informes de la Finul, que era la autoridad que debía al menos señalar la presencia del Hezbolá, sus túneles. Debía impedir que Hezbolá se arraigara en el sur de Líbano indica esta presencia. La ONU, ese ‘coso’, como lo llamaba el General De Gaulle, no está desempeñando el papel que podría tener desde hace mucho tiempo. Pedimos desde el inicio de las hostilidades en Líbano que la Finul se retire de los cinco kilómetros cerca de la frontera israelí y, por una razón que no entendemos, el Secretario General de la ONU se niega a retirarlos de allí donde podría haber un peligro para ellos”.
“Ayer descubrimos un túnel que estaba a 150 metros de la posición italiana de la Finul que iba hacia Israel y que era utilizado para esconder armas, como misiles. Esta mañana, 25 misiles fueron lanzados desde una posición que está realmente cerca de la Finul”, denuncia el diplomático.
El ejército israelí interpela al jefe de la diplomacia europea, preguntándole por que no condena a Hezbolá en un video que muestra un túnel que Israel atribuye al movimiento islamista cerca de un puesto de la Finul.
“La Finul, desde 2006, no hizo nada, no hizo su trabajo. Si hubiese hecho su trabajo, no nos encontraríamos en una situación en la que nos vemos obligados a utilizar la fuerza contra Hezbolá. Como no lo hicieron, tenemos que hacerlo nosotros. En vez de impedirnos hacer este trabajo, deberían moverse cinco kilómetros para evitar el peligro y dejarnos limpiar del sur de Líbano de las fuerzas terroristas de Hezbolá y luego regresar”, enfatiza.
Sin embargo, los cascos azules de la ONU están decididos a permanecer en la zona fronteriza en el sur de Líbano, pese a las exigencias del ejército israelí y los ataques que dejaron cinco heridos.
“La bandera de la ONU debe ondear en esta zona”
“Las fuerzas israelíes nos pidieron que abandonáramos nuestras posiciones en la Línea Azul desde la frontera hasta cinco kilómetros de la Línea Azul (…), pero hubo una decisión unánime de quedarnos, porque la bandera de la ONU debe ondear en esta zona” que separa Israel y Líbano, explicó Andrea Tenenti, portavoz de la Finul.
“Israel pide el retiro de los cascos porque les impide su progresión. Desde hace dos semanas que Israel intenta ingresar en esta zona, pero está empantanado. Primero porque se topa con una confrontación con el Hezbolá, pero al mismo tiempo la Finul ocupa sitios que serían útiles, desde donde se ve la frontera con Israel. Así que Israel quiere que la Finul se retire de estos lugares para progresar más rápidamente”, asegura a RFI un ex oficial del Estado mayor de la Finul que pidió el anonimato.
“Que los cascos azules estén ahí no autoriza [a Netanyahu] a disparar como hizo en Gaza, ya que la Finul están ahí para hacer cumplir un mandato muy específico y lo sabe. Y apuntado a ellos no va a ganar en el plano internacional”, estima.
Este lunes el canciller español, José Manuel Albares, recordó que “sólo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas puede decidir el repliegue” de esas fuerzas de paz.