Sergio Conde Ramírez, el joven psicólogo que intentó auxiliar a dos policías en medio de un ataque armado en Nátaga, permanece en estado crítico bajo atención en la UCI de la clínica Medilaser, en Neiva. Las autoridades han decretado toque de queda tras el violento ataque perpetrado por disidencias de las Farc, que dejó dos policías muertos y una comunidad conmocionada.
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Sergio Conde Ramírez, un joven psicólogo de 25 años oriundo del municipio de Nátaga, Huila, permanece en estado crítico bajo atención médica en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Medilaser, en Neiva. Conde resultó gravemente herido por impactos de arma de fuego el pasado 10 de octubre, cuando trataba de auxiliar a dos policías que fueron emboscados y asesinados por grupos disidentes en un ataque armado en el casco urbano de Nátaga.
El ataque y la valentía de Sergio Conde
La noche del 10 de octubre se tornó en una escena de violencia y terror en Nátaga, un pequeño municipio de aproximadamente 7.000 habitantes, ubicado en los límites con el departamento del Cauca. En esa jornada, grupos de las disidencias de las Farc llevaron a cabo un ataque armado contra una patrulla motorizada de la Policía Nacional cerca de una estación de gasolina, a pocas cuadras de la estación de policía del municipio. En medio de la balacera, dos policías, el intendente Leonardo Trujillo Tovar y el patrullero Carlos Andrés Hernández Ospina, perdieron la vida.
Según testimonios de algunos residentes, Sergio Conde, quien trabaja en el hospital local, se encontraba en las inmediaciones del lugar del ataque. Sin dudarlo, trató de brindar auxilio a los uniformados que habían caído heridos. En ese momento, fue alcanzado por varios disparos que lo dejaron gravemente herido.
Estado de salud y atención médica
Conde Ramírez fue trasladado de inmediato al hospital de La Plata, Huila, y luego derivado a la clínica Medilaser en Neiva, donde permanece bajo cuidados intensivos. Su estado es crítico, con un pronóstico reservado, y ha requerido múltiples intervenciones médicas debido a la gravedad de sus heridas.
María Alejandra Tafur, gerente de la clínica Medilaser, informó sobre la condición actual de Sergio Conde: «El paciente se encuentra en postoperatorio de cirugía de control de daños por múltiples heridas de arma de fuego en tórax y abdomen, que comprometieron órganos vitales. Está en contexto de shock hipovolémico y shock séptico, y bajo ventilación mecánica, además de haber requerido transfusiones de hemoderivados». El pronóstico es reservado y el equipo médico mantiene un monitoreo constante de su estado.
Ataque reivindicado por las disidencias de las FARC
Pocas horas después del ataque, un video divulgado por el bloque central ‘Isaías Pardo’ de las disidencias de las Farc reivindicó la acción. Según el comunicado, el ataque fue ejecutado por miembros del frente Ismael Ruiz, quienes emboscaron a la patrulla en pleno centro del municipio. Las versiones de habitantes de la zona indicaron que el tiroteo comenzó alrededor de las 8:00 de la noche y se prolongó hasta la medianoche.
Los vecinos, que pidieron mantener su identidad en reserva por seguridad, describieron una noche de terror. «Solo se escuchaban ráfagas de fusil en la oscuridad, y, por miedo, la gente se encerró en sus casas», relataron algunos testigos, quienes además hicieron un llamado a las autoridades para que tomen «acciones fuertes y contundentes contra las disidencias, que se dedican a la extorsión y el secuestro».
Víctimas mortales del ataque
El ataque no solo dejó herido al joven psicólogo. Dos miembros de la Policía Nacional perdieron la vida en el cumplimiento de su deber: el intendente Leonardo Trujillo Tovar, oriundo de La Plata, y el patrullero Carlos Andrés Hernández Ospina, natural de Campoalegre. Ambos murieron tras el ataque sorpresa mientras realizaban labores de patrullaje en la zona. El crimen de estos uniformados ha causado consternación en la comunidad y ha sido condenado por las autoridades departamentales y nacionales.
Medidas de seguridad y reacción de las autoridades
A raíz de estos lamentables hechos, la Alcaldía de Nátaga decretó toque de queda durante las noches, medida que estará vigente hasta el 15 de octubre. La administración local tomó esta decisión como un intento de prevenir nuevos incidentes de violencia y garantizar la seguridad de los habitantes del municipio.
Asimismo, la comunidad de Nátaga ha expresado su preocupación por el incremento de la violencia en la región, que parece haberse intensificado en los últimos meses. Las denuncias señalan que los grupos armados al margen de la ley han aumentado su presencia, dedicándose a actividades como la extorsión, el secuestro y el narcotráfico, generando un clima de inseguridad y temor entre los habitantes.
Un llamado a la paz y la justicia
El caso de Sergio Conde Ramírez, quien resultó herido al tratar de salvar la vida de dos policías en medio del caos, ha tocado profundamente el corazón de la comunidad en Nátaga y más allá. Su valentía, aún en un momento tan crítico, ha sido elogiada por muchos, y ahora su lucha es por sobrevivir a las heridas sufridas.
Las autoridades y la sociedad civil han condenado el ataque y han manifestado su solidaridad con las familias de las víctimas, así como con Sergio y sus seres queridos. «Es una situación que muestra la realidad que aún vive Colombia en varias de sus regiones. La violencia no ha terminado, y necesitamos que las autoridades actúen de manera firme para proteger a la ciudadanía y garantizar la paz», expresó uno de los residentes del municipio.
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La situación en Nátaga refleja el desafío constante de la seguridad en algunas zonas rurales del país, donde la presencia de grupos armados ilegales sigue siendo una amenaza para la paz y la convivencia. Mientras tanto, Sergio Conde Ramírez sigue luchando por su vida, y su historia se ha convertido en un símbolo de la resiliencia y el valor en tiempos de adversidad.