La tranquilidad de una noche común en un conjunto residencial de Girón se vio interrumpida el pasado jueves 17 de octubre, cuando un menor de edad fue brutalmente atacado por un perro mientras ingresaba a su torre de apartamentos.
Según testigos, el niño, cuya identidad se mantiene en reserva, se encontraba a punto de entrar al edificio cuando se cruzó con una vecina que paseaba a dos perros. Fue entonces cuando el macho, sin previo aviso, se abalanzó sobre el menor, mordiéndolo gravemente en sus partes íntimas.
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La dueña del perro reaccionó de inmediato, tirando de la correa con fuerza hasta que finalmente logró que el animal soltara al niño. Sin embargo, el impacto del ataque fue evidente: el menor de 10 años comenzó a sangrar, lo que generó una gran conmoción entre los presentes. En medio del caótico momento, su madre, lo llevó de urgencia a un centro médico.
En la Clínica la Foscal, los médicos trabajaron rápidamente para suturar la piel desgarrada en el área afectada. Afortunadamente, tras una minuciosa revisión, los especialistas confirmaron que, aunque el proceso de recuperación será doloroso, la mordida del animal no causó daños internos ni traumas irreversibles. Tras recibir el tratamiento adecuado, el niño fue dado de alta y ahora se recupera en casa.
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No obstante, el incidente ha generado indignación entre los residentes del conjunto, especialmente la madre del menor afectado, quien ha exigido a las autoridades locales tomar medidas más estrictas.
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Pide que se haga obligatorio el uso de bozales en áreas donde circulen niños, argumentando que, aunque el perro no pertenece a una raza considerada potencialmente peligrosa, su agresividad estuvo a punto de causar un daño irreparable. La comunidad espera una respuesta rápida y contundente para evitar que un incidente similar vuelva a ocurrir.