El asesinato de Yahya Sinwar, líder de Hamás en la Franja de Gaza, deja muy claras las capacidades de inteligencia de Israel. El hombre, que conocía a la perfección los rincones de Gaza y que tenía miles de hombres para su protección, fue abatido por el ejército israelí el pasado jueves 17 de octubre.
La muerte de Sinwar, considerado uno de los artífices del ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel, plantea un nuevo escenario en la guerra en Medio Oriente, pues siendo el tercero de los grandes líderes asesinados, muestra los dientes del poder que tiene Israel.
Yahya Sinwar no era cualquier líder. Era la cabeza política y militar de Hamás en Gaza, un hombre que había sobrevivido a múltiples intentos de asesinato y que había construido su reputación como uno de los hombres más temidos del movimiento.
Según Michael Horowitz, experto en seguridad internacional, la muerte de Sinwar no es solo un golpe estratégico, sino un golpe psicológico para Hamás, debilitado tras más de un año de enfrentamientos con Israel. “La eliminación de Sinwar, junto con la de Mohammed Deif (jefe militar de Hamás, muerto en julio de 2024), representa una acumulación de reveses para el movimiento”, señala Horowitz.
A la muerte de Sinwar, la anteceden las bajas de Deif, pero también la de Ismail Haniyáh y la de Hassan Nasrallah, líder de Hezboláh.
Las imágenes del operativo
El operativo para la ejecución de Sinwar fue todo un logro para el Ejército israelí, que no tardó en publicar las imágenes del despliegue en el que abatieron al terrorista.
Los videos, captados por drones, mostraban un edificio en ruinas en Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Entre los escombros, se distinguía el cuerpo de Sinwar, herido y luchando por atacar al dron antes de que una explosión acabara con su vida.
Las fuerzas israelíes, según un comunicado, habían identificado el refugio de varios milicianos de Hamás, entre ellos Sinwar, y no dudaron en atacar el lugar. “Lo cerramos con fuego de tanques y eliminamos a los terroristas”.
Junto al cuerpo del líder de Hamás, las fuerzas israelíes encontraron varias pertenencias que siguen despertando interés. Entre ellas, un pasaporte, dinero israelí, un rosario musulmán, un libro de súplicas, un chaleco con granadas y armas cargadas.
Uno de los efectos inmediatos que tendría la muerte de Sinwar es sobre las negociaciones para la liberación de los rehenes israelíes secuestrados por Hamás desde el ataque del 7 de octubre de 2023.
Israel sigue manteniendo como prioridad el regreso de los 97 rehenes que aún permanecen cautivos, y la eliminación de Sinwar podría reactivar las conversaciones, pese a que Hamás negó estar dispuesto a ceder. Aunque analistas han sugerido que, con la desaparición de algunos de los líderes más duros de Hamás, podría abrirse una ventana para retomar negociaciones.
Si bien la muerte de Sinwar es un duro golpe, Hamás sigue siendo una organización con una estructura bien establecida y otros líderes dispuestos a tomar su lugar. El reto para Israel será continuar la ofensiva mientras lidia con la presión internacional desencadenada por la situación humanitaria en Gaza, que ya ha cobrado más de 42.500 vidas palestinas.
Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, ha dejado claro que la meta es erradicar a Hamás por completo, y que el conflicto continuará hasta que todos los autores del ataque del 7 de octubre sean capturados y los rehenes regresen a casa. Lo que está por verse es si la muerte de Sinwar realmente debilitó a Hamás o si, por el contrario, encontrarán la manera de adaptarse.