Un nuevo ataque contra la Policía Nacional en el departamento de Norte de Santander, específicamente en el municipio de San Calixto, dejó como saldo un subteniente muerto y una menor de edad herida.
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El incidente se registró hacia las 9:00 a.m. del pasado domingo, cuando un francotirador, desde una zona montañosa, arremetió contra la estación de Policía local.
El subteniente Anderson Gómez Posada fue el blanco del ataque, recibiendo impactos que lo dejaron gravemente herido. Además, una adolescente de 15 años, que se dirigía a su escuela, resultó lesionada por los disparos.
Ambos fueron auxiliados de inmediato y trasladados a centros asistenciales del municipio. Las autoridades señalaron que el ataque fue una “acción de francotiro perpetrada por un grupo armado ilegal desde una posición elevada”, y que simultáneamente se hostigó con armas de fuego la estación de Policía de San Calixto.
A pesar de los esfuerzos por salvar la vida del uniformado, la gravedad de las heridas obligó a su traslado en helicóptero hacia la ciudad de Cúcuta, donde recibió atención médica especializada. Sin embargo, minutos después de su llegada, el subteniente Gómez falleció debido a la complejidad de las heridas que sufrió en el ataque. Las autoridades confirmaron que “no fue posible salvar su vida” a pesar de los intentos por estabilizarlo.
La menor herida se encuentra recibiendo atención médica y, hasta el momento, no se ha informado sobre la evolución de su estado de salud.
Este nuevo acto de violencia ha generado indignación en la población de San Calixto, que sigue siendo víctima de los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y grupos armados ilegales que operan en la región.
Tras los hechos, la Policía Nacional ofreció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que permita capturar a los responsables del ataque.
“En coordinación con el Ejército Nacional se están desarrollando acciones ofensivas en la zona para dar con la ubicación y posterior captura de los criminales”, indicó la institución.
San Calixto es una de las zonas de Norte de Santander afectadas por la presencia de grupos armados ilegales, entre ellos, guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las extintas Farc. Estos grupos han sido señalados en múltiples ocasiones de estar detrás de ataques similares a la fuerza pública.
El subteniente Anderson Gómez Posada, quien falleció en el ataque, era un oficial destacado en su labor. Según la Policía, en su hoja de vida figuraban “27 felicitaciones y 2 condecoraciones por su valentía, liderazgo y coraje”. Su muerte deja una profunda tristeza entre sus compañeros y familiares.
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Este trágico suceso se suma a una larga lista de ataques en Norte de Santander, departamento que sigue siendo uno de los más afectados por el conflicto armado en Colombia.