Desde la madrugada del lunes, agrupaciones de mineros de Marmato, en Caldas, se unieron al paro nacional campesino que se gestó en otros municipios del país.
Los bloqueos, que ya afectan la movilidad en la vía que comunica al país con el Pacífico, tiene como detonante lo que los mineros llaman “falta de garantías por parte del Gobierno para que los mineros puedan realizar sus actividades de manera legal y sin persecuciones judiciales”.
Jesús Alberto Gallego, concejal de Marmato, explicó que los mineros están protestando de manera pacífica, bloqueando la vía de la Concesión Pacífico Tres, que une a Caldas con Antioquia.
“Estamos tratando de no perjudicar a las personas y lo estamos haciendo de la mano de la Policía y la Defensoría del Pueblo. Solo pedimos que se respete nuestro derecho a la protesta”, aseguró Gallego, quien informó que el bloqueo se mantiene por lapsos de cinco horas y permiten el paso por 30 minutos.
La principal exigencia de los mineros, que en su mayoría son artesanales, es que el Gobierno les otorgue títulos mineros y les permita trabajar sin ser perseguidos.
Además, piden que el presidente Petro los escuche y proponga soluciones concretas para su situación. Y anunciaron que mientras no reciban respuestas seguirán con los bloqueos, que ya han generado retrasos y trancones de cientos de vehículos.
A la par del paro minero, campesinos de Santander, Norte de Santander y Boyacá, también anunciaron un paro indefinido que ya afecta la movilidad en esa región del país.
La nueva delimitación de los páramos y la prohibición de realizar actividades agropecuarias en estas zonas es la causa de las protestas en estos departamentos, donde los campesinos aseguran que sus tierras se están viendo reducidas.
Los campesinos dicen estar siendo desplazados de sus tierras y exigen que el Gobierno abra un diálogo para encontrar un equilibrio entre protección ambiental con su derecho a trabajar.
Según Edwin Blanco, representante de Asojuntas de Santander, “las políticas actuales ponen en peligro la subsistencia de los campesinos y podrían generar un desplazamiento masivo hacia las ciudades”.
Desde la Gobernación de Santander se ha reconocido el derecho de los campesinos a protestar pacíficamente y pidieron al Gobierno Nacional la creación de una mesa para buscar una solución.
Los manifestantes advierten que, si no se atienden sus demandas, los bloqueos se mantendrán y la situación podría empeorar.