Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron la muerte de Hashem Safieddine, alto dirigente de Hezbolá y potencial sucesor del recientemente asesinado Hassan Nasrallah, en un operativo de la Fuerza Aérea israelí en territorio libanés.
El ataque también cobró la vida de otros comandantes clave de la organización chiita, incluyendo a Hossein Ali Zima, quien se desempeñaba como jefe del cuartel general de inteligencia de Hezbolá. Esta acción representa un nuevo golpe estratégico a la estructura de mando del grupo.
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Safieddine, quien era primo de Nasrallah, había ganado relevancia en la organización por su estrecha relación familiar y personal con el anterior líder. Según el comunicado de las FDI, ejercía un papel fundamental en la toma de decisiones del grupo y actuaba como secretario general interino durante las ausencias de Nasrallah en el Líbano.
Esta operación se produce apenas semanas después del bombardeo que acabó con la vida de Hassan Nasrallah a finales de septiembre, evidenciando la intensificación de las acciones israelíes contra el liderazgo de Hezbolá.