Un programa piloto que busca reducir el número de personas que se arriesgan a cruzar la peligrosa selva del Darién, un punto crítico en la ruta migratoria hacia América del Norte, logró en los últimos meses disminuir en un 65% el cruce de colombianos.
Se trata de un acuerdo de cooperación firmado entre Estados Unidos y Panamá, el cual ha permitido la financiación de vuelos para la deportación de migrantes que no cuentan con bases legales para permanecer en suelo panameño.
Desde que se firmó el memorando para el manejo de la migración irregular el pasado 1 de julio, Estados Unidos ha aportado más de $1 millón de dólares para financiar 19 vuelos charter y varios vuelos comerciales, retornando un total de 787 personas, según detalló el reporte de la embajada de EE. UU. en Panamá este martes.
Este acuerdo logró reducir el flujo migratorio en un 92% para los migrantes ecuatorianos y un 65% para los colombianos, en comparación con los meses de agosto y septiembre del año pasado.
Los ciudadanos extranjeros deportados, algunos con antecedentes penales, fueron procesados según la ley migratoria de Panamá y los acuerdos internacionales de protección a migrantes.
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De acuerdo con la Embajada, “el financiamiento que provee el gobierno de Estados Unidos cubre el pasaje de los deportados, escoltas, traductores, entre otros gastos relacionados”.
Durante los primeros tres meses del plan piloto, al cual el Departamento de Estado panameño destinó 6 millones de dólares, se han deportado personas en vuelos charter a Colombia, Ecuador e India. Además, cuatro migrantes irregulares fueron retornados en vuelos comerciales a Afganistán, Pakistán, Rusia y Turquía.
“Los flujos migratorios representan un desafío común para nuestros dos países”, sostuvo la embajadora de Estados Unidos en Panamá, Mari Carmen Aponte. “Panamá es un estrecho aliado de Estados Unidos y prueba de ello es que fue el primer país en tener un entendimiento de este tipo con nosotros”, aseguró.
Según explicó la embajada, el memorando “busca desalentar a que las personas pongan sus vidas en riesgo cruzando la selva de Darién, exponiéndose a violaciones sexuales, robos, violencia, extorsión e incluso la muerte”.
Asimismo, recalcó que los migrantes irregulares pueden ser devueltos a sus países, aunque logren cruzar el Darién.
Ambos países sostienen que la migración irregular “solo beneficia al crimen organizado, que lucra con la necesidad de las personas, sin importarles si los migrantes mueren en el camino” y afirmaron que continuarán la cooperación entre sus naciones para atacar las redes de traficantes de migrantes.