En los pasillos del Congreso volvió a desfilar esta semana un conocido de antaño que conoce sus recovecos como pocos: el hoy embajador en Reino Unido, Roy Barreras. Aunque versiones periodísticas señalan que el diplomático habría ido al Parlamento a hacer lobby por una de las suyas, Barreras desmintió los señalamientos y aclaró de qué se trató la visita.
El exsenador se encuentra de visita en Colombia en el marco de la COP-16. Al igual que otros embajadores, Barreras arribó al país con delegaciones de alto nivel para promocionar Colombia y realizar eventos con personal de Reino Unido.
De allí la sorpresa por su visita al Capitolio, justamente cuando el Senado se apresta a elegir al nuevo director administrativo de la Corporación, cargo en el que compite –una vez más– una de sus allegadas: la actual directora Astrid Salamanca, quien aspira a quedarse en ese cargo por sexta vez.
De acuerdo con información conocida por la emisora W Radio, ese sería el motivo de la inusual visita del embajador al Congreso: hacer lobby en favor de la elección de Salamanca.
En respuesta, Barreras negó los señalamientos y aseguró que acudió al Congreso para hablar con el presidente del Senado, Efraín Cepeda, para designar una comisión legislativa que participe en un foro interparlamentario en el marco de la COP-16.
“Es falso de toda falsedad que ayer estuviese participando en la elección de nadie en el Congreso. Fui a informar al señor presidente del Senado, Efraín Cepeda, de la realización del Foro Interparlamentario COP que se realiza hoy en Cali, pidiéndole que designe una comisión de senadores que interlocute con los parlamentarios británicos que invitamos a la COP y que ya están aquí”, explicó el excongresista.
Según Barreras, ha venido trabajando en “una alianza interparlamentaria colombo-británica” para impulsar la legislación común en materia de biodiversidad y bioeconomia, incluyendo una legislación de transición que avanza en el Parlamento Británico “y que afecta seriamente nuestras exportaciones de cacao, banano, carne y palma, entre otras”.
El embajador defendió que tanto la Cancillería como los ministerios de Agricultura y Ambiente “están perfectamente enteradas de esta tarea”. Por ello, aseguró que “lo demás es absoluta especulación que además afecta a otras personas”.