A través de diez diligencias de registro y allanamiento fueron capturadas ocho personas señaladas de pertenecer a la banda de asaltantes proveniente de la costa Caribe que cometió el violento atraco en la Joyería Italiana Franco del centro comercial San José Plaza de Bucaramanga, el pasado 23 de julio.
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El diario Vanguardia conoció que los operativos se llevaron a cabo durante este martes, 22 de octubre, por parte del Grupo Contra Atracos de la Sijin de la Policía Metropolitana de Bucaramanga y la Fiscalía Primera de Estructura de Apoyo de Bucaramanga. Cinco capturas se efectuaron en la capital santandereana y las tres restantes en otras ciudades del país.
“Un grupo de personas crearon una empresa criminal en el área metropolitana de Bucaramanga que tuvo como propósito el hurto a establecimientos públicos. Estas personas se coordinaban para accionar en lugares específicos, como la Joyería Italia Franco, en donde utilizando armas de fuego y la violencia hurtaron joyas tales como anillos de oro, aretes y pulseras”, se lee en un reporte que conoció el diario local.
Fueron en total, según la información entregada por las autoridades, $1.600 millones de botín en cuantiosas joyas que esta banda logró llevarse de este establecimiento comercial. Esto, contrario a los reportes iniciales que hablaban de un hurto tasado en $150 millones.
Concierto para delinquir; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego; y hurto agravado y calificado son los delitos por los que los capturados serán procesados ante un juez de garantías durante este miércoles.
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Más de 50 cámaras de seguridad privadas y de la Policía Metropolitana de Bucaramanga fueron indispensables para seguirle el rastro a los delincuentes que protagonizaron el asalto a esta joyería en Bucaramanga.
Testimonios, tecnología y la habilidad de los investigadores permitieron conocer los detalles de cómo se fraguó el hurto. Durante 200 horas, uniformados del Grupo Contra Atracos de la Sijin de la Policía Metropolitana de Bucaramanga analizaron los recorridos de la banda criminal, desde el inicio del asalto hasta su fuga dispersa.
Según lo que revelaron las autoridades, el golpe inició en el parqueadero de un conjunto residencial, sobre las 8:30 de la mañana de aquel 23 de julio.
Allí, los atracadores adecuaron prendas de policías y también de domiciliarios de Servientrega. Prepararon los doce vehículos que usarían para perpetrar el hurto de $1.600 millones. Camionetas y motocicletas estaban listas para la llegada y la huida, en cuestión de 15 segundos, de aquel centro comercial.
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El seguimiento que realizaron los investigadores permitió identificar el momento en que dos vehículos se estacionaron a un lado de la antigua sede de Copetran. Las cámaras registraron al campanero que divisó, hacia la Puerta del Sol, para dar luz verde a los sujetos que, disfrazados de policías, descendieron de los automóviles.
La organización completa se dispersó a lo largo de la carrera 17C con 54 hasta la calle 61. Cada uno tenía una labor específica para garantizar que no habría factor sorpresa y que tendrían vía libre para la fuga.
En el análisis de la trazabilidad del recorrido de los asaltantes, las autoridades también consideraron las casas donde cambiaron de carros, de placas y el sitio en el que algunos miembros se refugiaron en el sur de Bucaramanga, mientras otros escapaban de la ciudad.
Los investigadores le entregaron a la Fiscalía Primera de Estructura de Apoyo de Bucaramanga los 50 folios que recopilan todas las pruebas, con huellas, rostros, ubicación jerárquica dentro de la organización delictiva, el rol de cada uno, conductores de motos, los carros e incluso hasta de las personas que permitieron que la banda proveniente de la costa se alojara.