El personaje de esta historia, al que llamaremos Héctor, inició una nueva relación hace tres meses, luego de terminar la anterior cuando su expareja lo denunció por violencia intrafamiliar y se ganó una condena de 4 años de prisión.
Lo enviaron a la cárcel, pero luego le dieron libertad condicional con el compromiso de manejarse bien. Se emparejó con otra mujer, a la que el pasado fin de semana también golpeó, según le narró la víctima a la Fiscalía.
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A Héctor lo aprehendieron en una residencia del centro de Manizales, donde habitaba con la afectada. Los uniformados recibieron el reporte de una supuesta riña familiar y acudieron al lugar, donde encontraron a la dama golpeada y al posible victimario, al que detuvieron en flagrancia por violencia intrafamiliar.
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“Todo ocurrió sobre las 8:05 de la mañana del domingo. La patrulla del cuadrante 8, adscrito al CAI Centro, recibió un requerimiento para la calle 20 con carrera 19. Llegaron y una mujer les expresó que minutos antes fue agredida e intimidada con navaja por su compañero sentimental, con quien vive en unión libre y quien tiene otro proceso por violencia intrafamiliar”, narró el ente acusador.
Golpes
El fiscal citó lo que la mujer expresó. “Llegó, me despertó y me dio golpes en el cuerpo y patadas en el muslo derecho. Me intentó ahorcar, se me tiró encima, me cogió del cabello, me mordió la cara y y me amenazó con el arma blanca, sin dejarme salir de la casa. Me decía …, no perdona mi pasado, que si no era de él, no era de nadie, que era capaz de matarme y enterrarme. Aproveché que entró al baño, para correr y pedir ayuda”.
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Anotó que Héctor, al parecer, también le ha agredido al hijo y al sobrino, y que lo que espera en este caso, con esta denuncia, es que pague lo que hace. “Le tengo miedo, temo por mi vida y las de mis allegados. A la ex le daba madera y le tumbó los dientes”.
El sujeto no aceptó los cargos, pero sí lo mandaron a prisión, por su reincidencia y por considerarlo un peligro para la sociedad y para la víctima.