Al menos doce personas murieron en Siria, en bombardeos turcos como represalia por el atentado en Ankara. Las fuerzas turcas también alcanzaron objetivos en Irak. El miércoles, cinco personas murieron después de que “un grupo de terroristas” atacase la sede de las industrias de defensa cerca de Ankara, que responsabilizó al PKK kurdo.
Las fuerzas kurdas anunciaron este jueves la muerte de 12 civiles en bombardeos turcos contra el norte y este de Siria. Son los últimos de una serie de ataques, que también incluyeron a Irak, con los que Turquía respondió al atentado cerca de Ankara del que responsabilizó al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Las Fuerzas Democráticas Sirias, brazo armado de la administración kurda en Siria, informó de los 12 fallecidos en los bombardeos, que además dejaron más de 20 heridos. Según su comunicado, los ataques fueron realizados con aviones y drones y también alcanzaron zonas civiles como panaderías, centrales eléctricas o instalaciones petroleras.
El miércoles, Turquía lanzó una ofensiva contra milicianos kurdos en Irak y Siria después de que un atentado con explosivos frente a la sede de las industrias de defensa cerca de Ankara dejase cinco muertos y 22 heridos. Las autoridades turcas señalaron al PKK como “probable” responsable del atentado.
La cadena de televisión NTV informó de que había sido perpetrado por “un grupo de terroristas”. Uno de ellos detonó los explosivos que portaba frente a un edificio. Tras la deflagración se desató un tiroteo que duró más de una hora.
El atentado no fue reivindicado, pero como represalia, poco antes de la medianoche, el ministerio del Interior anunció haber bombardeado 32 objetivos del PKK y sus aliados en el norte de Irak y en Siria.
El PKK está clasificado como “terrorista” por Turquía, pero también por sus aliados occidentales, entre ellos Estados Unidos y la Unión Europea. Sus integrantes libran una insurgencia contra el Ejército turco desde 1984.