Israel y Hamás parecieran estar abiertos a darle un giro a la escalada de violencia en la Franja de Gaza. Después de una semana de tensión tras la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar, ambos bandos han dado señales de que las conversaciones para un alto al fuego podrían retomarse con ciertas condiciones.
La posibilidad de una tregua está de nuevo en la mesa, luego de que Israel anunciara el envío de su jefe de inteligencia exterior a Catar para negociar la liberación de rehenes, mientras que Hamás expresó su disposición a cesar los combates, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones.
Por su parte, un representante de Hamás comentó a mediadores egipcios que están listos para frenar las hostilidades, siempre que Israel también se comprometa a detener las operaciones militares, retire sus tropas de la Franja de Gaza y permita el regreso de los desplazados. “Además, se debe establecer un acuerdo serio de intercambio de prisioneros y garantizar la entrada de ayuda humanitaria a Gaza”, dijo el funcionario.
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Desde que se intensificaron los bombardeos israelíes en Gaza, el saldo de víctimas es escandaloso. El Ministerio de Salud de Gaza estima que el conflicto ya ha dejado más de 42,.000 muertos, la mayoría civiles y cerca de dos millones de desplazados.
La muerte de Yahya Sinwar revivió las gestiones de paz. Catar, Estados Unidos y Egipto, quienes ya habían mediado en treguas anteriores, retomaron contacto con Hamás tras haberlos debilitado.
El primer ministro de Catar, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, aseguró que los esfuerzos de diálogo con el grupo islamista han vuelto a tomar fuerza. Además, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, se encuentra en una gira por Medio Oriente evaluando diferentes opciones para detener la guerra.
Blinken, además, tiene planeado reunirse en Londres con el primer ministro libanés, Najib Mikati, para tratar la ofensiva israelí en Líbano.
La guerra no solo se está librando en el sur de Israel, con Gaza, pues a la par se mantiene la ofensiva en el norte contra Líbano. Dónde las FDI han intensificado sus bombardeos sobre Líbano, donde al menos 1.500 personas han muerto desde finales de septiembre.
La estrategia de Israel, de acuerdo con Netanyahu, busca asegurar el regreso de 60.000 habitantes desplazados en el norte del país, quienes han sido afectados por los constantes disparos de cohetes provenientes del sur de Líbano.
La posibilidad de la liberación de rehenes ha generado esperanza en las familias de los secuestrados desde la muerte de Sinwar. Por lo que emitieron un llamado al Gobierno para que priorice la vida de los secuestrados: “Solicitamos que Netanyahu le otorgue plena autoridad a su equipo de negociadores para alcanzar este acuerdo. El tiempo apremia para los rehenes”, expresaron.
Aunque las intenciones de diálogo existen, un acuerdo no será sencillo, especialmente conociendo las solicitudes de Hamas. Israel exige la rendición del grupo islamista y el desmantelamiento de su infraestructura en Gaza, mientras que Hamás no cederá sin garantías la retirada de Israel.