El pequeño anticipo de lo que podría causar el Fenómeno de la Niña en Medellín se vio esta semana con las precipitaciones que causaron emergencias en casi todas las comunas de la capital antioqueña.
Además de las inundaciones que padecieron en El Poblado por cuenta del desbordamiento de la peligrosa quebrada La Presidenta, y que recordó la estela de emergencias que arrastre este afluente a causa de las malas decisiones de urbanización que se han tomado a su alrededor, también al otro extremo de la ciudad, en los barrios Popular y Santo Domingo, decenas de familias quedaron damnificadas por las lluvias.
Según el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, los bomberos tuvieron que atender dos eventos de inminente riesgo en ambos barrios, obligando a la evacuación de 16 viviendas en estos sectores.
En el barrio Popular, fueron trece las viviendas evacuadas de forma definitiva debido al movimiento en masa. En este caso, las autoridades de emergencia señalaron que faltan tres viviendas para evacuar pues las familias que residen en ellas no se encontraban en el lugar y debían ser notificadas personalmente sobre los riesgos que enfrentan de quedarse allí. 12 familias en total evacuaron.
En cuanto a Santo Domingo, tres viviendas tuvieron que ser evacuadas para un total de doce familias, conformadas por 34 personas que, según la alcaldía, recibieron atención por parte del equipo social, particularmente los nueve menores de edad censados, y hasta las nueve mascotas.
Por fortuna en ambos casos nadie resultó lesionado. La alcaldía aseguró que atendió ambas emergencias con 34 refrigerios y 12 kits para hogar. Del total de las familias, nueve aceptaron autoalbergarse. “Estamos atentos y en monitoreo de la evolución en estos casos y atentos al llamado de la ciudadanía”, expresaron desde el Dagrd.
No hay que perder de vista que según el Plan de Acción Climática publicado en 2020, Medellín tiene el 25% del total de su territorio bajo algún grado de amenaza por el cambio climático, incluyendo movimientos en masa, avenidas torrenciales, principalmente.
La ciudad además arrastra una crisis de vivienda derivada de los estragos causados por eventos climáticos en los últimos años, como el Fenómeno de la Niña. Sin contar el año pasado, Medellín tenía 42.000 viviendas en riesgo de colapso por asentarse en zonas de alto riesgo, muchas de ellas de riesgos no mitigables, es decir, sitios donde no es posible bajo ninguna circunstancia seguir habitando sin que las familias estén bajo amenaza inminente de una emergencia.