El bloque de países Brics, que surge de la unión de un grupo de naciones con economías emergentes, se está reuniendo por estos días en Rusia y ha generado impacto político. Este grupo incluye a Brasil, China, India, Rusia, Sudáfrica y recientemente acogieron a Irán, Etiopía y Egipto.Para la asamblea 2024, celebrada en Kazan, Rusia, Nicolás Maduro fue invitado y este esperaba hacer parte del grupo. Sin embargo, el mandatario venezolano se llevó una sorpresa al encontrarse con que, pese al apoyo de Rusia, su país no fue aceptado como miembro del grupo, principalmente por el veto de Brasil.El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien no pudo asistir a la cumbre tras sufrir una caída que le impidió viajar, dejó instrucciones a su equipo de oponerse al ingreso de Venezuela.
EL COLOMBIANO conversó con el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, Manuel Camilo González, para analizar el alcance del veto de Brasil a Venezuela: “las relaciones bilaterales están en su punto más bajo. Eso podría implicar que Brasil desista de seguir los esfuerzos de negociación con Maduro para lograr algún tipo de acuerdo político”.El grupo de los BRICS, explica González, como en cualquier otra organización multilateral enfrenta los mismos problemas de coordinación, formación de bloques y evidentemente vetos: “Enfrenta los mismos problemas del multilateralismo liberal al que en ciertas líneas se opone. Además de Venezuela, otros países han sufrido vetos recientemente como India o Argelia, que incluso su estabilidad es mucho mayor a la que exhibe Caracas”.
Lea también: Estos son los nexos de Pedro Tellechea, el poderoso exministro de petróleos de Venezuela, en ColombiaSin embargo, esta negativa no es un hecho aislado. Durante meses, Maduro y Lula han tenido roces diplomáticos tras las elecciones presidenciales en Venezuela, en las que hay serias dudas de fraude electoral, Lula ha presionado a Maduro para que presente las actas oficiales del proceso, algo que el venezolano ha evitado.A esto se suma el rechazo de Caracas a las peticiones del Gobierno de Brasil para otorgar un salvoconducto a seis opositores refugiados en la embajada argentina en Caracas, que sigue bajo custodia brasileña.“Estos vetos pueden entenderse o por las desavenencias en las relaciones bilaterales de ciertos miembros (aún no sabemos qué sucedió entre Lula y Maduro) o por consideraciones más estratégicas como la estabilidad económica o política que pueda exhibir los países como una garantía de que sus vínculos comerciales no estarán expuestos al riesgo y la volatilidad”, agrega el profesor.Lo cierto es que aunque Venezuela quedó fuera de los BRICS por ahora, su participación en la cumbre con Maduro a la cabeza fue una oportunidad para mostrarse en el escenario internacional tras las polémicas elecciones en su país. “Los BRICS son la esperanza para los países del Sur que aspiramos al desarrollo y llevamos la bandera de la igualdad y la libertad”, afirmó Maduro.
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