Yuly Viviana Vargas Ávila, asesora de la Dirección de Seguridad, Convivencia Ciudadana y Gobierno del Ministerio del Interior, denunció a Diego Cancino, exviceministro y actual presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), por acoso sexual ante la Fiscalía General de la Nación.SEMANA conversó con la víctima, quien narró cómo el entonces viceministro, para hablar sobre una posible oportunidad laboral, hizo que llegara a su apartamento, donde habría intentado abusar de ella.Vargas Ávila estuvo en la campaña del presidente e hizo parte del empalme de la cartera, para luego ser contactada por el exministro Alfonso Prada por su trabajo: “No he tenido ningún percance con ninguna persona de este gobierno”, señaló.“Conozco a Diego Cancino desde hace muchos años, desde que era concejal. Nos cruzamos en varios espacios en temas de derechos humanos, pero nunca tuvimos una relación cercana. Jamás fuimos amigos. Como viceministro nos encontrábamos en los pasillos, nos ayudábamos”, manifestó.Dijo que el 25 de octubre de este año iba a quedarse sin contrato, por lo que comenzó a pasar hojas de vida en otras entidades. Vargas pensó en escribirle al exviceministro.“Le paso mi hoja de vida, el hombre me llama y quedamos de almorzar al día siguiente. Le digo que sí, pero luego me dijo que tenía tiempo ese mismo día, 9 de octubre, para que llegara a su apartamento”, contó la mujer para este medio.En la denuncia ante la Fiscalía, la mujer narra que llegó al apartamento del político de la Alianza Verde acompañada de su hija: “Situación ante la que noté incomodidad del señor Cancino”. La madre de Vargas recoge a la niña seis minutos después, porque debía cuidarla durante la semana de receso.“Seguido a ello, inicié la conversación con este sujeto, ampliando la información sobre mi perfil laboral y las propuestas de trabajo conjunto sobre las que habíamos conversado antes”, se lee en el documento.Cancino habría cocinado y servido el almuerzo, y al terminar, según la narración de Vargas, le sirvió una copa de vino, la cual bebió.“De manera posterior, Cancino me solicitó en repetidas ocasiones que bebiera más vino, ante lo cual accedí presionada por su insistencia”, narró.Luego, cuenta que Cancino le dijo “eres genial”, se levantó de la silla y se le acercó por detrás. Narra que la abrazó, le metió las manos debajo de la blusa y le tocó los senos sin su consentimiento.“Ante esta situación reaccioné rápidamente quitándomelo de encima y frente a ello él me tomó de las manos, me bajó de la silla de la barra en la que yo estaba e intentó besarme sin mi consentimiento. Yo lo alejé de mí y le dije que no deseaba ningún tipo de relación que no fuera política y/o profesional y que mi interés no iba más allá de eso, que por favor respetara dicho límite”, dice en la denuncia ante Fiscalía.Dijo que desde ahí necesitaba irse del apartamento, pero Cancino se lo habría impedido, insistiendo que se quedara.“Luego, el señor Cancino me propuso bajar por una botella de vino, y yo acepté porque pensé que podía aprovechar este momento para marcharme de allí, tomé mi maleta e iba a salir, pero el señor Cancino me dijo que la dejara, porque todavía no me podía ir”, indicó.Viviana bajó y le escribió a dos amigos cercanos, con el fin de que fueran a la dirección y la acompañaran para evitar más actos inapropiados de Cancino. Mientras tanto, intentó hablar sobre política con el exviceministro, mientras él habría desviado la conversación a lo personal.“Cancino seguía diciendo que yo ‘le encantaba’ que ‘tenía una cara preciosa’, volvió a acercarse para abrazarme en cuatro (4) ocasiones y en todas estas yo me alejé y le insistí una y otra vez que no quería ningún tipo de relacionamiento físico, emocional o sexual. Se alejaba en algunos momentos, subía a su habitación, se veía ansioso, entraba al baño, bebía vino y nuevamente intentaba acercarse a mí. Aun con ello parecía no entender ni respetar mis límites, yo intenté una y otra vez encausar la conversación, pero no lo estaba logrando”, narró.Los amigos llegaron, subiendo al apartamento del exviceministro, con el fin de enfocar la conversación a temas laborales y políticos, pero el exviceministro seguía con “comentarios inapropiados sobre mí, mi apariencia y lo mucho que le gustaba”.“Adicionalmente, intentó en repetidas ocasiones acceder a mi espacio físico personal, abrazándome por la espada, uno de esos acercamientos lo realizó cuando mi amigo Daniel se fue para el baño y frente a mi amiga Diana me abrazó por la espalda y tocó nuevamente mis senos, yo lo alejé una vez más y me haló hacia él para que lo besara, a lo cual yo no accedí y le repetí que no me interesaba y que ya se lo había dicho”, dijo.Luego le habría pedido bailar, pero volvió a intentar besarla. Vargas y sus amigos querían retirarse, pero Cancino insistía en que se quedaran. Incluso, comenzó a hacer comentarios sobre la madre de Vargas, preguntando si podría decirle “suegra”. Incluso, en algún punto cuenta cómo el exconcejal de la Alianza Verde se cayó de su cama.“Estando allí, Cancino me haló del brazo e intentó besarme a la fuerza, ante lo que también reaccioné quitándomelo de encima mientras mi amigo le dijo que ya nos íbamos”, expresa Vargas ante la Fiscalía.Los chats que delatan a Diego CancinoUnos chats con el exviceministro serían la prueba reina de que todo lo que narra Vargas ocurrió, dado que incluso pide “perdón” por su comportamiento.“Espero que estés bien. Quiero tomarme un momento para abordar lo que sucedió ayer, ya que me ha dejado con sentimientos de incomodidad por tu actitud, por todo lo que dijiste, lo que hiciste y tu comportamiento en general incluso cuando ya mis amigos llegaron y acudieron a mi llamado”, le escribió Vargas al día siguiente.Y agrega: “Ayer, cuando intenté centrarme en temas de trabajo, tu comportamiento fue inapropiado y me hizo sentir incómoda; a pesar de que fui clara en mis intenciones y reiteré en varias ocasiones que solo buscaba discutir asuntos profesionales, parece que esto no fue entendido. Quiero ser muy directa: no estoy interesada en ningún tipo de relación que no sea estrictamente laboral o política y lo reiteré ayer muchas veces y aun así siento que sobrepasaste en repetidas ocasiones ese límite”.El viceministro, quien intentó hacer conversación desde la mañana del día siguiente, ofrece excusas por lo ocurrido.“Hola, buenos días. Te ofrezco sinceras y profundas excusas. Perdóname. Mi comportamiento estuvo mal y claramente no debí haber actuado así. Te escucho y asumo las claridades que pones. Jamás voy a confundir los límites claros que me expresas. Eres una mujer y ser hermosa. Bondad y fuerza para transformar. Perdóname por favor. Te mando un abrazo”, escribió Cancino en el chat suministrado por la funcionaria del Ministerio de Interior.Ella reitera lo incómoda que se sintió con la interacción que tuvieron en su apartamento: “En un momento dado, cuando intentamos ayudarte a que te acostaras porque te caíste y ya estabas muy borracho, me jalaste hacia ti para que te besara, lo cual me hizo sentir muy vulnerable. La verdad es que no sé qué habría pasado si mis amigos no hubieran llegado”.El viceministro intentó llamarla varias veces, incluso escribiéndole, diciéndole que le “duele mucho”. El 15 de octubre vuelve a contactarla: “Quiero que sepas que quisiera hablar. De verdad eres muy importante”.Y reitera sus llamados e insistencia para conversar con ella: “Necesito contarte algo, por favor contéstame. Lo ruego”.Vargas Ávila, una mujer que proviene de un contexto humilde y que ha dedicado su vida a las causas políticas en favor de los derechos humanos, se encuentra afectada por lo ocurrido. Sus compromisos laborales se han visto impactados, así como su desempeño para los movimientos sociales que representa.La denuncia también fue radicada en la Alianza Verde, con chats y pruebas de lo ocurrido, así como posibles testigos que certifiquen las acciones de Cancino. Al parecer, de acuerdo con la funcionaria, ella no sería la única mujer que ha pasado por esta situación con el exviceministro y ahora nuevo presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).