Mientras los delegados de los más de 190 países que participan de la COP16 discuten grandes temas en la Zona Azul, en otros espacios de esta cumbre de la biodiversidad otra población se ha dedicado a aprender y sensibilizarse sobre la importancia del cuidado del medioambiente.Por ejemplo, a través de actividades interactivas, mesas de diálogo, talleres, mensajes audiovisuales y participación en las negociaciones de la Zona Azul, la fundación Save the Children se ha encargado de elevar la voz de la niñez colombiana y latinoamericana en el marco de la COP 16 y poner de relieve sus demandas para lograr un mejor planeta.No hay que olvidar que los efectos del cambio climático han acentuado los riesgos de la desnutrición, lo que ha afectado a millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo, limitando de paso sus oportunidades para alcanzar su máximo potencial. Una consulta global realizada por esta entidad, en el año 2022, a más de 2.400.000 niños y niñas, permitió identificar que el 83 por ciento de ellos considera que los cambios climáticos y la desigualdad los están afectando, mientras que el 73 por ciento señala que las personas adultas no están haciendo lo suficiente para cuidar el medio ambiente. No obstante, el 70 por ciento de los niños y niñas en Colombia se encuentran interesados, además de que hacen parte de iniciativas para hacer frente a este fenómeno. Por ello, Save the Children participa en la COP 16 para, de la mano de los niños, aportar en la lucha contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad, bajo el principio de que la crisis climática es también una crisis de derechos de los niños y niñas. Con el objetivo de asegurar la inclusión de la voz de la niñez en las negociaciones, en este espacio se hace énfasis en que las políticas y decisiones sobre biodiversidad y cambio climático tengan un enfoque diferencial de niñez, que se fortalezca su participación activa, que se promueva una educación ambiental de calidad y que aumente la financiación para su participación y protección frente a los impactos del cambio climático.María Mercedes Liévano, directora de la organización, destaca que los niños, niñas y adolescentes no solo sufren los efectos más severos de esta crisis, sino que también deben ser reconocidos como agentes clave en la búsqueda de soluciones.“Debemos poner a la niñez en el centro de la agenda climática. La justicia climática es, en esencia, una forma de justicia para las generaciones más jóvenes. Necesitamos que las políticas ambientales respeten y promuevan sus derechos fundamentales, y garantizar que las voces de los niños y niñas sean escuchadas en los escenarios donde se toman decisiones”, asegura Liévano.En Colombia, la ‘Red Nacional de Participación: Lideramos el Cambio’, apoyada por Save the Children, es la protagonista de esta estrategia. Los niños y niñas de diferentes regiones del país participan tanto en la Cumbre Nacional como en la Cumbre Global de Niñez, Adolescencia y Juventud por la Biodiversidad. Además, dos niñas representantes harán la entrega de la Declaratoria de los resultados de las cumbres con un enfoque de género en la Zona Azul de las Naciones Unidas. En estos eventos abogarán ante los y las líderes globales por el derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser escuchados y tenidos en cuenta en la construcción de las agendas climáticas.Save the Children hace presencia en la Zona Verde de la COP16 con un stand que cuenta con un espacio abierto al público, cuyo objetivo principal será facilitar el intercambio de conocimientos y experiencias, inspirar acciones para enfrentar el cambio climático, promover la conservación de la biodiversidad y fortalecer la participación ciudadana en la toma de decisiones ambientales por y para la niñez.