La problemática por los bajos niveles de almacenamiento de agua en los embalses que surten a la capital está en un punto álgido pues octubre, uno de los meses en los que históricamente más llueve en la ciudad, ha tenido una predominancia del tiempo seco.
(Vea también: Qué estratos desperdician más agua en Bogotá; algunos se pasan por la faja la restricción)
Luego de que el Distrito tomara la decisión de hacer un racionamiento sectorizado, ahora se conoce que la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) tiene listo el borrador de resolución para establecer nuevos topes por mayores consumos de los usuarios en viviendas y locales.
Esa decisión iría enfocada en que el consumo máximo para los estratos del 1 al 4 entre 12 m³ y 15 m³ al mes, mientras que para los estratos 5 y 6, los nuevos topes serán de entre 10 m³ y 13 m³. Esa determinación tendría serias implicaciones para las familias con más vulnerabilidad económica, pues no solo tendrían que apretar su bolsillo, sino que también se verían obligadas a reducir su consumo a la fuerza, en zonas en las que de por sí el acceso al agua es casi un lujo.
Situándose en varias de las localidades que más albergan a familias de estratos 1, 2 y 3, el consumo allí ha sido más bajo en promedio durante el racionamiento, según el alcalde Carlos Fernando Galán, por la que la medida del tope de consumo es percibida como un castigo a quienes más han aportado en los tiempos de escasez del líquido.
También, esas familias deben afrontar (muy a menudo) los cortes intempestivos por parte del Acueducto por daños y dificultades en la prestación del servicio que, en muchos casos, exceden hasta las 12 horas. Eso, para no ir muy lejos, motivó las protestas y bloqueos de un grupo de vecinos en cercanías del Portal El Tunal, de Transmilenio, en la mañana del pasado lunes 28 de octubre.
Muchos de esos sectores no gozan de un óptimo servicio de agua potable o se ve reducido a la distribución que hacen carrotanques una o dos veces por semana, situación que también los pone en desventaja con el hecho de que deban pagar más por un servicio que reciben, literalmente, a cuentagotas.
Finalmente, el factor económico también influye. Y es que el bolsillo para las familias de estratos 1, 2 y 3 tendrá un impacto grande por los sobrecostos que deban pagar en sus recibos y que podría ser usado en saldar otro tipo de deudas o hacer inversión en productos de manutención básica, como alimentos o ropa, lo que sin duda supone un reto gigante para un grupo poblacional que había recibido zanahoria por parte de la Alcaldía y ahora tendrá un fuerte garrote.