A última hora del lunes 28 de octubre, Sudáfrica presentó un memorial ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el máximo tribunal de la ONU, acusando al Estado hebreo de violar en Gaza la Convención sobre el genocidio. A principios de 2024, los jueces consideraron que existía riesgo de genocidio y ordenaron a Israel que permitiera la entrada de ayuda humanitaria en el enclave. Se espera que el caso dure varios años.
Con la corresponsal de RFI en La Haya, Stéphanie Maupas.
El canciller sudafricano Ronald Lamola aseguró este lunes en una rueda de prensa poseer “pruebas forenses exhaustivas que podrían convencer al tribunal de que, efectivamente, se cometió genocidio en Gaza”.
Pretoria presentó ante la CIJ un memorial de 750 páginas, respaldado por numerosas pruebas. Sudáfrica espera utilizar estas pruebas para “detener la catástrofe” con un proceso jurídico que lleva en marcha más de 10 meses.
Según Pretoria, las pruebas demuestran que Israel ha “creado unas condiciones de vida encaminadas a la destrucción física” de los palestinos de Gaza.
En un comunicado, Sudáfrica reclamó además pidió un alto el fuego en el Líbano y en Territorios Palestinos y denunció la impunidad de Israel.
El presidente Cyril Ramaphosa subrayó por su parte que la actuación de Pretoria ante el Tribunal pretende “garantizar la misma solidaridad mundial que ayudó a Sudáfrica a salir del apartheid”.
En virtud de la Convención sobre el Genocidio, los Estados tienen la obligación de prevenir, o intentar prevenir, cualquier acto de genocidio.
Otros diez países han cumplido con esta obligación al sumarse al proceso iniciado por Sudáfrica. Entre ellos se encuentran Palestina, Turquía, México y España. Habrá que esperar varios meses más para escuchar sus argumentos ante los jueces.