Santi Esteban, de 4 años, y Susan Camila, de 7, fueron los dos niños que murieron en la tarde del pasado 28 de octubre de 2024 en su propia casa en el barrio Las Ferias, en Engativá (Bogotá), a manos de su padre. Darwin Beltrán, de 31 años, fue capturado por las autoridades y es señalado del atroz crimen que apagó la luz de los dos pequeños que hasta ahora empezaban a vivir.
En la noche de este martes, 29 de octubre de 2024, se tiene programada la audiencia de la legalización de su captura a cargo del Juzgado 64 de Control de Garantías. Sin embargo, antes de ser presentado en el tribunal, el hombre les reveló a los peritos de Medicina Legal perturbadores detalles del doble filicidio.
Noticias Caracol en vivo pudo constatar que en medio de los exámenes médico-forenses que le fueron practicados al capturado, él habló con investigadores de Medicina Legal sobre el crimen que ha conmocionado a la ciudadanía y aceptó haber sido el autor del asesinato de los dos pequeños. Además, manifestó que era consciente de su situación legal y de que estaba detenido por la agresión que acabó con la vida de los menores.
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¿Cómo era Darwin Beltrán, señalado asesino de sus dos hijos en Engativá?
Esta casa periodística pudo establecer que el señalado asesino de los dos niños tenía antecedentes de violencia intrafamiliar por un ataque a su expareja y madre de los pequeños, en 2019, en el que le ocasionó lesiones en su rostro con golpes.
Sin embargo, algunos familiares que también fueron entrevistados por las autoridades mencionaron que Beltrán nunca mostró señales de violencia hacia sus hijos y se comportaba como un padre promedio en la sociedad.
Los parientes agregaron que el señalado homicida se comportaba en su diario vivir como una persona violenta, iracunda y con acciones agresivas, pues tenía conflictos con otras personas e incluso familiares de forma constante.
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En palabras del filicida, la agresión que le provocó a los pequeños sucedió tras haber visto a su expareja, quien había decidido terminar su relación sentimental hace ocho días, bajarse de una motocicleta.
Los investigadores del CTI y de Medicina Legal que hicieron presencia en la escena del crimen han mostrado su asombro, pues, aunque en su trabajo diario analizan toda clase de situaciones violentas, esta en particular fue aberrante.
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El hecho de haber encontrado a los dos menores tendidos sobre una cama sin signos vitales, con heridas causadas por un arma cortopunzante que portaba su progenitor, les ha impactado de sobremanera.