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El ‘PAE Nuestro’ que está transformando la alimentación escolar en Cundinamarca
Monica Vargas
30 de octubre 2024 , 12:48 a. m.
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El ‘PAE Nuestro’ que está transformando la alimentación escolar en Cundinamarca
Once municipios del departamento ya tienen convenio con la gobernación para el plan piloto.
Monica Vargas - periodista externo ace
Los 390 estudiantes de las tres sedes de la Institución Educativa Departamental San Benito, en el municipio de Sibaté, almuerzan mejor y más saludable desde el pasado 15 de febrero.
El plan piloto del Programa de Alimentación Escolar, ‘PAE Nuestro’, que se basa en un convenio entre la Gobernación de Cundinamarca y las Juntas de Acción Comunal (JAC) de los municipios del departamento, busca unir esfuerzos que garanticen que los estudiantes reciban una alimentación adecuada en las instituciones.
La iniciativa, que también deviene de una alianza entre la Secretaría de Educación del departamento, la Agencia de Comercialización y el Instituto Departamental de Acción Comunal (Idaco), será auditada por la Universidad de Antioquia.
El piloto, que se desarrollará entre el 15 de octubre y el 29 de noviembre, beneficiará, en principio, a 2.500 estudiantes de 12 instituciones educativas. Esto, a través de una apuesta en la que los alimentos son preparados por la misma gente de la región, en cabeza de las juntas de acción comunal, y con insumos cosechados en el territorio.
Al ser un programa piloto, y tras finalizar la etapa técnica -en la que se trabajó en la documentación del proyecto y los aspectos jurídicos-, hoy por hoy son 11 JAC las que firmaron un convenio solidario con la Gobernación de Cundinamarca para la ejecución del programa.
Los municipios de Medina, Guataquí, Beltrán, El Peñón, Paratebueno, Villagómez, Sibaté, Supatá, Ubalá, Nimaima y San Bernardo, fueron los que iniciaron el proceso, que espera replicarse en el resto del departamento, y que cambió un refrigerio industrializado por la preparación de almuerzos saludables con productos locales.
Gracias al programa se pasó de un refrigerio industrializado a un almuerzo saludable y con sabor a comida hogareña.
Archivo Particular
“Este es un programa liderado por el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, que dispuso 1.896 millones de pesos como recurso para su implementación. El PAE Nuestro está preparado por nuestra gente, con alimentos cundinamarqueses y con el sabor de la casa”, aseguró Ana Lucía Segura Medina, secretaria de Educación de Cundinamarca.
Según la Gobernación de Cundinamarca, el complemento alimentario, tipo almuerzo, aportará mínimo el 30 por ciento de las recomendaciones diarias de calorías y nutrientes.
Asimismo, el programa cuenta con un ciclo de 20 menús rotativos diseñados por profesionales en nutrición y dietética, que deberán ser aplicados por los organismos comunales en todo el desarrollo del piloto.
Más rico y saludable
Cristina Marín López, rectora del San Benito, explica que ahora los estudiantes hacen fila para acceder al almuerzo, contrario a lo que pasaba antes, cuando muchos de ellos -especialmente los de familias de mejores ingresos- preferían pasar de largo porque no eran alimentos de calidad y los menús solían ser repetitivos.
“Entendemos que el operador anterior tenía su centro de acopio general en Bogotá, por lo que distribuir a todos los municipios es muy complejo porque muchos alimentos no llegaban frescos, pero ahora, buena parte del alimento viene de la misma gente del municipio, garantizando frescura y calidad, además de contribuir al desarrollo económico de la región”, explica Marín.
Ahora, buena parte del alimento viene de la misma gente del municipio, garantizando frescura y calidad, además de contribuir al desarrollo económico de la región.
En otro municipio, el de Supatá, más exactamente en la vereda El Paraíso, Gladys Prieto, vicepresidente de Asojuntas de Supatá, asegura que la organización de la que hace parte tomó la decisión de ser parte del ‘PAE Nuestro’ por tres razones.
“Porque busca que cada niño y niña tenga acceso a una alimentación adecuada y nutritiva, pilar fundamental para su aprendizaje ya que mejora la capacidad de atención; porque propone un apoyo al productor y al mercado local, al adquirir los productos alimenticios en el territorio; y tercero porque incluye la entrega de un Kit de Dotación pertinente para la ejecución del programa con elementos como menaje, elementos de aseo, congeladores, nevera, báscula y planta eléctrica”, explica Prieto. Esto último, de vital importancia para las comunidades en tanto que en el sector rural el servicio de energía es intermitente.
Para el caso de Supatá, ya son 197 estudiantes los que están recibiendo este beneficio.
En los casos de las JAC de Medina y Ubalá, y con el propósito de cumplir con los requerimientos de tiempo para la entrega de los alimentos, la Agencia Comercializadora de Cundinamarca les hará entrega de dos ‘motocargueros’.
Andrea Acosta, líder del proyecto ‘Compramos tu Cosecha’, aseguró que, desde esa agencia, “se han realizado visitas de caracterización de las asociaciones, así como la verificación de la oferta productiva en los 11 municipios”.
Sumado a esto, se llevará a cabo un acompañamiento permanente para el cumplimiento de requisitos como facturación electrónica y registro de compras públicas, capacitando a los productores y verificando la calidad de los productos, según las normas sanitarias.
Refuerzo del tejido social
Entre los objetivos del plan piloto está el de fortalecer el tejido social y promover la participación comunitaria en la gestión, operación y planificación del programa, así como en el manejo adecuado de los recursos que contribuirán al bienestar de los niños cundinamarqueses.
Casi 15 días después de su inicio, la rectora Marín asegura que la recepción por parte de la comunidad educativa ha sido excelente.
“Esto es algo totalmente novedoso y la gente ha estado muy motivada. Al estar los estudiantes mejor alimentados, al final es una estrategia también de permanencia porque un niño que está bien alimentado, rinde mucho mejor académicamente”, afirma la rectora.
Al estar los estudiantes mejor alimentados, al final es una estrategia también de permanencia porque un niño que está bien alimentado, rinde mucho mejor académicamente.
Por su parte, Prieto también señala que la experiencia ha sido positiva.
“Llena de mucho aprendizaje teniendo en cuenta que al estar en el territorio y conocer de cerca las necesidades que se identifican en el sector y en la educación rural, hace que busquemos la manera de articularnos con otras entidades para buscar posibles soluciones que aporten a estas necesidades”, explica la vicepresidente de la junta de Supatá.
Ella dice, además, que la proyección desde la organización a la que pertenece es lograr la cobertura total de las diferentes sedes educativas rurales, e incluso la del perímetro urbano, con el fin de extender el beneficio de alimentación escolar.
Marín, por su parte, sueña que el modelo se replique en Colombia entera, porque, afirma, “creemos que es lo que se debería estar utilizando en todo el país para mejorar la alimentación escolar de nuestros niños”.
Los almuerzos aportan el 30 por ciento de las recomendaciones diarias de calorías y nutrientes.
Foto: Archivo Particular.
El equipo que hace realidad los almuerzos
Las 11 Juntas de Acción Comunal que firmaron el primer convenio, se comprometieron a cumplir con las condiciones establecidas en los lineamientos técnico-administrativos y los estándares del PAE, de acuerdo con la resolución 0335 de 2021 y sus anexos, expedidos por la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar UAPA, además de otras normas reglamentarias para la ejecución del programa.
En ese contexto, el personal encargado de hacer realidad los almuerzos de los estudiantes está conformado por personal técnico operativo y administrativo, con un coordinador operativo y logístico, además de un coordinador de relaciones y apoyo a la comunidad.
También hay un profesional en nutrición y dietética, que bien puede ser un ingeniero de alimentos, químico de alimentos, ingeniero industrial, administrador de empresas o profesiones afines.
Sumado a esto hay un operario de centro de acopio, que es un técnico con experiencia en manejo de alimentos y, finalmente, un auxiliar administrativo, que tendrá el requisito de ser técnico o tecnólogo en áreas de administración, finanzas o áreas contables.
MÁS CONTENIDO*. Un proyecto de Contenidos Editoriales Especiales de EL TIEMPO con el auspicio de la Gobernación de Cundinamarca.
Monica Vargas - periodista externo ace