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Infraestructura, la deuda de Colombia para avanzar en la transición energética
Nazly Tatiana Ortiz Landecho
30 de octubre 2024 , 12:24 a. m.
30 de octubre 2024 , 12:30 a. m.
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Infraestructura, la deuda de Colombia para avanzar en la transición energética
Durante un conversatorio en la COP16, GEB habló de los retos de la transición energética en el país.
Tatiana Ortiz Landecho - periodista externa ace
Acciones como cargar el celular, encender el televisor o poner a funcionar el ventilador dependen de un suministro de energía. El reto a nivel mundial es garantizar que dicho suministro provenga de fuentes de energía limpia, buscando reducir su huella ambiental y garantizando la protección de la biodiversidad, objetivos bandera del Gobierno Nacional y de empresas generadoras que hoy apuestan por un futuro energético más estable y amigable con la naturaleza.
De acuerdo con Juan Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá (GEB), para que Colombia pueda lograr avances significativos en la transición energética se requiere la articulación entre Gobierno Nacional, empresas, todos los sectores y comunidades, con el fin de poder construir y destrabar los proyectos de transmisión de energía eléctrica que llevan años de retraso. Así lo señaló en el conversatorio ‘Beneficios de los proyectos de energía para la transición energética y la conservación de ecosistemas’, efectuado el pasado 26 de octubre en la Zona Azul de la COP16.
Si uno quiere energías renovables y quiere tener gran generación solar, toca tener un montón de puntos de conexión. (...) Eso implica construir líneas, infraestructura eléctrica.
Durante este espacio, en el que también participó el alcalde de Cali, Alejandro Eder, se habló sobre cómo los proyectos de infraestructura energética impulsan el desarrollo regional y nacional, además de los retos que enfrenta Colombia en la construcción de las redes de transmisión.
“Colombia necesita una inversión inmensa en transmisión. El país tiene 20.000 kilómetros de redes, España tiene 45.000, con menos población y con un territorio más pequeño. Si uno quiere energías renovables y quiere tener gran generación solar, toca tener un montón de puntos de conexión, porque eso hay que inyectarlo al Sistema Interconectado Nacional (SIM), lo cual se traduce en una subestación. Eso implica construir líneas, infraestructura eléctrica. Por eso, si no agilizamos esa construcción de infraestructura, todo ese gran sueño, donde Colombia de verdad puede ser una potencia, se va a perder, porque nos quedamos en la ilusión, pero no vamos a los hechos”, señaló Juan Ricardo Ortega, presidente del GEB.
Muestra de esta deuda que tiene Colombia en materia de infraestructura que permita la expansión de capacidad de generación se ve reflejada en el proyecto Colectora, del Grupo Energía Bogotá.
Colectora estará en capacidad de transportar la energía que se genera en siete parques eólicos localizados en la península de La Guajira, con capacidad de 1.050 MW, los cuales se inyectarán al SIN, en Sogamoso (Boyacá). La inversión para este proyecto es de US$ 200 millones. De acuerdo con GEB, una vez se inicie su construcción, se estima que estará lista en 100 semanas; es decir, dos años. Sin embargo, su ejecución ha tenido varias trabas, lo que ha generado retrasos.
Según explicó el presidente de GEB durante el conversatorio, en Bogotá también se encuentra otro caso de las dificultades que enfrenta el sistema energético por falta de infraestructura y de articulación con todos los actores.
“Tenemos al alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, librando una batalla para ver si por fin logramos la conectividad de energía que se requiere en el departamento, en Cundinamarca, en municipios vecinos, para poder satisfacer la demanda de vivienda que se está presentando allá, y la de proyectos industriales que se quieren sacar adelante. Son aproximadamente 20.000 viviendas a espera de construcción y no van a tener electricidad si no tenemos resuelto el tema de la infraestructura y mantenemos parados los parques industriales en la parte norte y occidente de la ciudad”, dijo el directivo.
Desafortunadamente se han propiciado muchos mitos alrededor de que no es posible tener desarrollo sostenible, y sí es posible.
Asimismo, durante el evento se expusieron ejemplos de avances en la transición energética, como lo es el es caso de Brasil, donde el Poder Ejecutivo lanzó recientemente la Política Nacional de Transición Energética (PNTE), con la que busca promover acciones para atraer inversiones multimillonarias, mejorar la matriz energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esta nueva política brasileña está articulada, entre otras, con el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), el cual destinará mas de 4.700 millones de reales para el avance de 45 proyectos fotovoltaicos y 29 líneas de transmisión que sumarán 8.955 kilómetros al sistema, siendo 15 internas propias del estado de Minas Gerais y otras 14 que pasan por los estados de São Paulo, Río de Janeiro, Goiás y Bahía.
“Yo no creo que la gente entienda el riesgo de depender solo de energía solar y eólica, porque esas son energías interrumpibles y el flujo de energía tiene que garantizarse cuando sea. La gente prende el switch cuando quiere, uno no le dice si puede prenderlo de tal hora a tal hora, y para garantizar eso tiene que haber un sistema que sea capaz de atender dicha demanda, es decir, infraestructura”, señaló el directivo.
Falta de información
Una de las discusiones principales del conversatorio giró en torno a la desinformación. En este punto, tanto el presidente de GEB como el alcalde de Cali coincidieron con que el mayor reto que está enfrentando el país a la hora de apostar por las energías limpias tiene que ver con el miedo que se ha extendido en los territorios, especialmente con la llegada de infraestructura de transmisión como lo son las grandes torres eléctricas.
Cuando hay recursos, cuando hay con qué invertir, cuando hay tecnologías eficientes, se logra tener una transición en la cual se proteja el medioambiente y se logre que la gente salga de pobre.
“Yo creo que nosotros tenemos que ser menos egoístas y no nos podemos seguir dejando cuentear porque es que todo el mundo quiere, por así decirlo, tener el premio, tener la electricidad, en este caso, pero sin tener generación, las hidroeléctricas o los cables de transmisión. Desafortunadamente se han propiciado muchos mitos alrededor de que no es posible tener desarrollo sostenible, y sí es posible. La forma de salvar el planeta hoy no es planteando necesariamente acabar con la economía de mercado”, señaló Alejandro Eder, alcalde de Cali.
Por lo que Ortega lanzó un llamado a las comunidades del país a tener confianza, no caer en la desinformación y pensar hacia el futuro para poder avanzar en la protección ambiental de manera articulada.
“No hay mayor destrucción del medioambiente que la pobreza, porque la gente en el desespero simplemente arrasa. Cuando hay recursos, cuando hay con qué invertir, cuando hay tecnologías eficientes, se logra tener una transición en la cual se proteja el medioambiente y se logre que la gente salga de pobre. Ahora, Colombia es rica energéticamente. Si somos estratégicos, podemos atraer grandes industrias como los data centers y podemos tener la atracción de mucha inversión porque podemos ofrecer energías renovables”.
El atlas de las aves de La Guajira
La guacamaya verde y el flamenco rosado son algunas de las especies que engalanan los paisajes.
Grupo Energía Bogotá
A partir del interés por el estudio y cuidado de las aves emblemáticas del territorio guajiro y con el apoyo técnico y científico de la Corporación Autónoma Regional de La Guajira (Corpoguajira) y de la Asociación Ornitológica y Observadores de Aves de La Guajira (AGO), la filial de transmisión de energía eléctrica del GEB, Enlaza, lideró una iniciativa que exalta la enorme riqueza de la avifauna en la región: la primera Guía de Aves del departamento.
“Los indígenas wayús nos decían que quería mostrarle al mundo su diversidad de pájaros, y con la comunidad levantamos un atlas de todos los pájaros de La Guajira. Este trabajo articulado demuestra que uno puede trabajar con todo el mundo cuando hay confianza. Y mi trabajo es construir confianza con todo el mundo”, señaló Juan Ricardo Ortega, presidente de Grupo Energía Bogotá. La publicación describe las características estudiadas de 285 especies que sobrevuelan el departamento, resaltando su belleza y diversidad, como parte de un llamado urgente a conocerlas, protegerlas y unir esfuerzos para asegurar su supervivencia.
Cali y sus apuestas para ser sostenible
Cali tiene un registro de un poco más de 560 especies de aves en todo su territorio.
Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO
Durante la intervención de Alejandro Eder, alcalde de Cali, en el conversatorio ‘Beneficios de los proyectos de energía para la transición energética y la conservación de ecosistemas’, el funcionario destacó la elaboración del Plan Maestro Ambiental de Cali, junto al BID y otros aliados internacionales.
“Ese plan maestro va a servir como hoja de ruta para la construcción de desarrollo y la visión económica y social, de ordenamiento de la ciudad de Cali. Busca, desde proteger el Parque Nacional de los Farallones, que está dentro de los límites de nuestra ciudad, recuperar las cuencas de los siete ríos, mejorar el manejo de la basura y las islas de calor. Por ejemplo, si nosotros logramos la basura cero, con el reciclaje de residuos orgánicos se puede generar metano, que es una forma renovable para nosotros poder generar biogás y energía”, indicó.
También resaltó la consolidación de ecobarrios al interior de Cali, donde “se están instalando paneles solares de las viviendas para subconsumo propio y para, incluso, alimentar redes del sistema”.
Frente a la protección y recuperación de los Farallones, Eder aseguró que adelanta un trabajo articulado con diferentes organismos del Estado y organizaciones para acabar con la minería ilegal.
“Los Farallones tienen una de las minas ilegales de oro más grandes históricamente del país en la partecita de Cali, quiero ser claro, porque los Farallones tienen 190.000 hectáreas, de las cuales unas 14.000 hectáreas están dentro de los límites de Cali, donde se hallaron ocho bocaminas. (...) Trabajamos de manera muy cercana con Parques Nacionales, con la Policía, el Ejército, el Ministerio del Medio Ambiente y con la Gobernación, y entramos de manera coordinada y decidida a cerrar las minas. Ya vamos en la mitad de las minas ilegales clausuradas”, expresó.
MÁS CONTENIDO*. Un proyecto de Contenidos Editoriales Especiales de EL TIEMPO en alianza con Grupo Energía Bogotá.
Tatiana Ortiz Landecho - periodista externa ace