La Fiscalía pidió este miércoles una pena de ocho años de prisión contra Bernard Pallot, acusado de haber matado a su mujer, quien padecía una enfermedad incurable. El hombre, de 78 años, defiende “un acto de amor prohibido por la ley”.
En el último día de juicio, la acusación pidió ante el tribunal de Troyes ocho años de cárcel contra Pallot por “asesinar” a su esposa enferma, pese a que el septuagenario afirma haberlo hecho a pedido de ella para aliviar su sufrimiento.
“Los hechos son simples y terribles”: el acusado “estranguló a su mujer con un cable eléctrico durante 20 minutos después de haberle inyectado cianuro, y nunca ocultó el hecho”, declaró el fiscal, Mickaël Le Nouy, durante su alegato final.
Este asesinato, “presentado como un gesto de amor, es un gesto prohibido por la ley; uno no puede arrogarse el derecho de matar”, criticó el fiscal, al describir una muerte “salvaje” y “brutal”.
Si bien Le Nouy admitió que el estado de salud de Suzanne Pallot “no era bueno” por padecer “una enfermedad incurable y múltiples fracturas”, señaló que los médicos afirmaban que “su pronóstico no ponía en peligro su vida”.
“El argumento de la eutanasia es ineficaz en derecho penal”, dijo al jurado y agregó que el regreso a prisión “no era apropiado” para el septuagenario, que no tiene antecedentes penales.
“Soy yo quien mató a mi mujer”
Bernard Pallot, de 78 años, ingeniero de formación, está siendo juzgado desde el lunes en Troyes, en el este de Francia, acusado de estrangular a su mujer, también septuagenaria, el 11 de octubre de 2021 en su domicilio de Isle-Aumont.
Su esposa, con la que estaba casado desde 1969, padecía varias afecciones médicas, entre ellas la enfermedad de Carrington, una dolencia pulmonar crónica, y osteoporosis, con múltiples fracturas, incluida una en el cuello del fémur.
Aunque el acusado estuvo en prisión preventiva casi un año, actualmente comparece en libertad bajo vigilancia judicial.
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Para matar a su mujer, Pallot primero le inyectó cianuro en el muslo, pero no funcionó.
Entonces, “sin pensárselo dos vece” tomó un trozo de cable eléctrico del garaje y se lo pasó por el cuello durante unos veinte minutos.
“Parece un método bastante salvaje, pero no tuve más remedio”, declaró durante la investigación.
Cuando llegó la policía, el profesor jubilado dijo: “Soy yo quien mató a mi mujer. Ella está ahí, yo la estrangulé”.
“Actúe así por amor, para evitar su sufrimiento”
– Bernard Pallot, acusado de matar a su esposa enferma
Cerca del cadáver se encontró una nota, que decía: “Yo, la abajo firmante, Pallot Suzanne, aún en pleno uso de mis facultades mentales, pido a mi marido, Bernard Pallot, que me alivie de una vez por todas del sufrimiento incurable que estoy padeciendo”.