El movimiento Pacientes Colombia —conformado por 198 organizaciones de pacientes en todo el país— se pronunció luego de que se radicara la ponencia de la reforma a la salud, que será discutida en primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes. Al respecto, el gremio pidió que se garanticen discusiones amplias y técnicas y que se atienda la “actual crisis del sistema que está comprometiendo seriamente la continuidad y la calidad de los servicios de salud”.
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Al respecto, el vocero del movimiento, Denis Silva, dijo que “el Gobierno nacional intenta destruir un sistema que, aunque sí necesita ser transformado, ha funcionado. No solo generó la crisis explícita para justificar su proyecto de reforma, sino que en esta nueva legislatura radicó un documento que nuevamente no resuelve los problemas de fondo del sistema”.
Para estas organizaciones, el proyecto de ley no presenta alguna diferencia con el que se hundió en abril pasado en su tercer debate, en el Senado, y presenta, al menos y a su juicio, cinco grandes riesgos.
El primero, es lo que calificaron como el fin del aseguramiento individual para pasar al aseguramiento social, lo que significa para ellos que “el derecho a la salud se puede garantizar únicamente hasta donde alcancen los recursos”.
Por otro lado, advierten que “se fragmenta la UPC (unidad de pago por capitación) en tres subcuentas sin dar claridad sobre los porcentajes asignados a cada una. Lo cual puede implicar una menor asignación presupuestal para la atención en salud”.
En tercer lugar, advirtieron que no se definió la ruta de atención integral y procedimientos para los pacientes con enfermedades crónicas y de alto costo que requieren atención especial y diferencial. Sobre esto, añadieron como cuarto punto que no se definió presupuesto ni ruta de atención para los pacientes con enfermedades huérfanas y raras.
“Se asignan superpoderes a la Adres (Administradora de Recursos de Salud), implica la pérdida de control sobre los recursos, pues no hay veeduría. Así mismo, la entidad asume funciones para las cuales no tiene la capacidad técnica, es el caso de la definición de insumos para los manuales tarifarios”, expresaron.
Entre tanto, mostraron su desacuerdo con que el Gobierno pueda enviar mensaje de urgencia para estudiar este proyecto. Una posibilidad que califican como un riesgo de “corrupción en ambas cámaras del Congreso”, ya que no se garantizaría la participación y no habría el tiempo necesario para dar un debate técnico.
“Nos preocupa ver cómo el Gobierno politizó la salud, comprometiendo la vida de millones de colombianos. Le pedimos a los congresistas que actúen con sensatez y responsabilidad y escuchen el clamor de los pacientes, ya que en las mesas técnicas no nos invitaron ni se lograron cambios sustanciales”, concluyó Silva.
Por último, Pacientes Colombia criticó que mientras el Gobierno de Gustavo Petro pone toda su atención y capital político en la reforma, “se han incrementado las barreras en la prestación de servicios y acceso a tratamiento”, lo que consideran que han ocasionado la muerte de pacientes por la insuficiencia de recursos y la estrategia de contención del gasto.
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