El Gobierno venezolano decidió convocar a consultas a su embajador en Brasil, Manuel Vadell. La medida se da en medio de las asperezas que hay entre los gobiernos luego del veto que Brasil le impuso a Venezuela para acceder a los Brics.
Brasil, que ha cuestionado el proceso electoral de Venezuela y ha pedido que se hagan publicas las actas de votación, alegando falta de transparencia en las elecciones del 28 de julio, consideró que el país no debía hacer parte de la lista elegible de los Brics.
El excanciller brasileño Celso Amorim, ha sido señalado por el Gobierno de Maduro como responsable de la decisión que impidió la entrada de Venezuela al grupo económico, argumentando que el país “rompió la confianza” diplomática que tenían. Incluso, el Parlamento venezolano tiene previsto declararlo “persona non grata”.
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Además, declararon a Amorim como “mensajero del imperialismo norteamericano” y acusándolo de intromisión en asuntos internos. Amorim, por su parte, respondió que Venezuela estaba reaccionando de manera “desproporcionada” al veto.
En el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela queda clara la postura del Gobierno Maduro frente a las relaciones con Brasil: “Se informa a la comunidad nacional e internacional que, siguiendo instrucciones del presidente Nicolás Maduro, se ha decidido convocar a consultas, de manera inmediata, al embajador Manuel Vadell”.
Además, el encargado de negocios de Brasil en Caracas también fue llamado a rendir cuentas. En este momento, la embajadora brasileña en Venezuela, Glivânia Oliveira, se encuentra de vacaciones y el Ministerio de Exteriores brasileño no ha dado respuesta al llamado.
Los problemas entre Venezuela y Brasil se incrementaron durante la reciente cumbre de los Brics en Kazán, Rusia. Durante este evento, Brasil impuso un bloqueo a Venezuela. “Denunciamos el comportamiento irracional de los diplomáticos brasileños, quienes, contraviniendo la aprobación del resto de miembros de los Brics, asumieron una política de bloqueo”, manifestó el comunicado.
Ahora Maduro, quien ha mantenido una relación cercana con Lula desde los tiempos de Hugo Chávez, enfrenta una nueva realidad en la región, pues parece quedarse sin su aliado. Además, Lula ha descrito al Gobierno de Maduro como un “régimen muy desagradable” con un “sesgo autoritario”.
Jorge Rodríguez, jefe del Parlamento venezolano, expresó su indignación: “No nos importan los compromisos y conciliábulos a los que haya llegado con sus amos del norte”.