La inteligencia artificial ha revolucionado la manera en que interactuamos con la información. Sin embargo, para sacar el máximo provecho de esta herramienta, es crucial saber qué preguntas hacer. Una pregunta bien elaborada puede abrir un abanico de insights sobre intereses, preferencias y, en última instancia, sobre verdades incómodas que podrían estar ocultas.La importancia de un historial de interaccionesPara que la inteligencia artificial ofrezca un análisis eficaz y relevante, es fundamental que el usuario tenga un historial de búsquedas. Esta memoria de interacciones no solo ayuda a la IA a entender mejor las preferencias del usuario, sino que también permite detectar patrones en sus consultas. A partir de esto, se pueden extraer conclusiones más precisas sobre sus intereses. Por ejemplo, si una persona ha buscado repetidamente temas relacionados con la salud mental, la IA podría inferir que este es un área de interés significativo.El hecho de que la IA pueda analizar consultas previas permite a los usuarios descubrir aspectos de su personalidad que quizás no habían considerado. Así, la IA puede señalar tendencias como la curiosidad intelectual, la búsqueda de conocimiento en áreas específicas o incluso preocupaciones subyacentes en su vida diaria. Este enfoque puede ayudar a las personas a reflexionar sobre sus elecciones y a considerar si están alineadas con sus verdaderas pasiones o inquietudes.Desentrañando la personalidad a través de preguntas estratégicasAl formular la pregunta mencionada, el usuario no solo busca un análisis sobre intereses y preferencias, sino que también invita a una reflexión más profunda sobre su personalidad. Este análisis puede incluir una evaluación de su estilo de comunicación, revelando si tiende a ser más directo, analítico o reflexivo. Esta información puede ser útil para entender cómo interactúa con el mundo y cómo sus búsquedas pueden reflejar su forma de ser.Además, al pedir ejemplos de cómo aplicar esta información en el futuro, el usuario está abriendo la puerta a un análisis proactivo. Por ejemplo, si se detecta un interés por la sostenibilidad, la IA podría sugerir involucrarse en actividades o proyectos relacionados, ayudando al usuario a traducir su curiosidad en acción concreta. De esta manera, la conversación con la IA se convierte en una herramienta no solo de autoconocimiento, sino también de empoderamiento personal.El promt a usar es: “¿Puedes darme un análisis detallado sobre mis intereses y preferencias basándote en nuestras interacciones anteriores? Me gustaría que incluyeras aspectos como los temas que me interesan, mi estilo de comunicación preferido, y cualquier patrón o tendencia que hayas notado en nuestras conversaciones. También, si puedes, dame ejemplos de cómo podría aplicar esta información en el futuro y cómo leerías mi personalidad en relación con mis búsquedas y qué verdades incómodas podrías analizar de mí”.Verdades incómodas que pueden emergerLa capacidad de la inteligencia artificial para proporcionar un análisis detallado puede revelar verdades incómodas. A veces, las búsquedas de los usuarios pueden reflejar inseguridades o conflictos internos que no están dispuestos a confrontar. Por ejemplo, si un usuario busca constantemente información sobre cómo mejorar su autoestima, esto podría indicar una lucha personal que merece ser atendida.En este sentido, ChatGPT puede convertirse en un espejo que refleja esas realidades ocultas con base a las preguntas realizadas anteriormente. Al hacer preguntas que exploren estos temas, el usuario tiene la oportunidad de enfrentar verdades que podrían resultar incómodas.