El cantante británico Paul McCartney conquistó este viernes a Bogotá con clásicos de The Beatles, Wings y de su carrera solista, en una parada de su gira 'Got Back'. En una noche cargada de nostalgia, el legendario músico reconectó con los colombianos en el estadio El Campín, donde varias generaciones se unieron tras 12 años de espera, sin sentir el frío de la ciudad.
A una hora y media del inicio, la fila de asistentes rodeaba el estadio, que se fue llenando hasta el inicio de la esperada cita musical. Con banderas de Colombia, camisetas de The Beatles, bandanas con el nombre de McCartney e incluso disfraces de la icónica banda, los fanáticos vistieron sus mejores homenajes al artista.
Mientras El Campín recibía al público, un DJ amenizó la espera con temas de McCartney y sus bandas, mezclados con toques de hip hop. El show comenzó con una proyección de imágenes de The Beatles mientras el equipo ultimaba detalles del escenario.
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Minutos después, McCartney apareció en la tarima tocando su bajo con las primeras notas de 'A Hard Day's Night', recibiendo los gritos de miles de personas que llenaban el estadio. "¡Hola, Colombia! Buenas noches, rolos (como se conoce a los bogotanos). Estoy muy feliz de estar aquí de nuevo", dijo el cantante en fluido español.
Múltiples facetas de Paul McCartney en Bogotá
McCartney mostró su destreza al pasar del bajo a la guitarra, el piano e incluso al ukelele, dejando claro que, ante todo, es un músico versátil. También se atrevió con algunos pasos de baile entre canciones, algo que el público aplaudió con entusiasmo.
A sus 82 años, la voz de McCartney permanece prácticamente intacta, acompañándolo durante casi tres horas de espectáculo. Con dos guitarristas, un baterista y tres músicos de viento ubicados entre el público, el conjunto musical entregó una presentación completa y compenetrada.
Con 'My Valentine', dedicada a su esposa Nancy, quien estaba en el público, se dio un toque romántico, mientras en las pantallas aparecían Johnny Depp y Natalie Portman. Pero los momentos más emotivos llegaron con 'Let It Be'; 'Live and Let Die', acompañada de un espectáculo de pirotecnia y fuego, y 'Hey Jude', donde el público coreó el clásico "la-la-la-la".
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Dedicatorias a su "compadre" John Lenon en El Campín
Como en cada concierto de la gira, McCartney dedicó un momento a su "compadre" John Lennon con 'Here Today', señalando al cielo mientras los fans iluminaban el estadio con las linternas de sus móviles en un conmovedor homenaje al beatle fallecido.
También recordó a George Harrison con el ukelele en 'Something', su canción más icónica. Lennon volvió a ser protagonista, esta vez en las pantallas cantando una parte de 'I've Got a Feeling', momento en que McCartney le dio la espalda al público para mirar a su amigo, asesinado hace 44 años en Nueva York.
Para el cierre, McCartney interpretó 'Golden Slumbers', 'Carry That Weight' y 'The End', sellando una noche de beatlemanía y nostalgia.
Durante las casi tres horas de concierto, McCartney recorrió más de seis décadas de música de The Beatles, Wings y su repertorio solista, acompañado por una multitud entregada que coreó junto a él sus temas más icónicos, como ya lo había hecho en 2012 en el mismo escenario.