Kamala Harris no está sola en su carrera hacia la presidencia de Estados Unidos. La ex primera dama Michelle Obama y el expresidente Barack Obama, dos figuras icónicas del Partido Demócrata, pusieron su peso político en apoyar a Harris en el camino a la Casa Blanca.
Con discursos que cargados de energía y simbolismo, los Obama han dejado claro su compromiso para que Harris se convierta en la primera mujer presidenta del país, y su apoyo no es poca cosa.
En la Convención Demócrata, Barack Obama afirmó que “Estados Unidos está listo para la presidenta Kamala Harris”. Y en una frase que recuerda su propio eslogan de campaña, Obama reencauchó su famoso “Sí, nosotros podemos” a un “Sí, ella puede”, dejando clara su confianza en Harris.
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La influencia de los Obama va mucho más allá de sus palabras. Con 130 millones de seguidores en redes sociales, Obama sigue siendo una figura popular entre los votantes demócratas, especialmente entre los jóvenes, quienes lo ven como un símbolo de cambio y progreso.
Por otro lado, Michelle Obama, quien se ganó el corazón de muchos grupos ciudadanos con su carisma y su estilo cercano, suele tener un enfoque más serio y contundente, lo que también juega un rol importante en movilizar a votantes.
La influencia de los Obama no solo es política; ambos han sabido integrarse a la cultura popular, lo que les permite tener una mayor presencia en redes y un alcance de dimensiones importantes; con sus recomendaciones de música, cine y libros, ambos se han convertido líderes de opinión tanto dentro como fuera del partido demócrata.
¿Por qué es tan relevante el apoyo de los Obama?
La respuesta es sencilla: los Obama representan una era de estabilidad y esperanza para muchos , y su respaldo a Harris reaviva ese sentimiento en un momento de división política e inestabilidad social.
Este apoyo va acompañado de acciones estratégicas. Barack Obama ha recomendado a Harris rodearse de personas estratégicas, como David Plouffe, su exjefe de campaña, y a Stephanie Cutter, figura clave en la campaña demócrata de 2012. Este equipo, conocido por su experiencia ganadora, llegó a llenar de fuerza y dirección a la campaña de Harris en el momento más crítico, cuando recién asumió la candidatura.
Los Obama tienen una especial conexión con las minorías y los votantes jóvenes, segmentos clave en esta elección tan reñida. Kamala Harris, quien tiene raíces afroamericanas y asiáticas, sumado al respaldo de los Obama podría lograr consegir ese electorado diverso que podrá ser clave.
En una elección en la que la diferencia puede estar en unos cuantos puntos porcentuales, el apoyo de los Obama podría ser decisivo para motivar a estos sectores a salir a votar.
La influencia de los Obama en el Partido Demócrata sigue siendo fuerte y el respaldo de esta bancada le permitirá a Harris asegurar los estados del partido y mover las fuerzas a su favor en los estados bisagra.
Aunque la imagen de Barack y Michelle Obama tiene un peso importante, esto también podría movilizar a los republicanos a apoyar a Trump con más fuerza. Sin embargo, lo único cierto es que hasta el cierre de los escrutinios nada estará claro.
Este 5 de noviembre, con el respaldo de la pareja más influyente del progresismo estadounidense, Kamala Harris enfrenta un momento histórico, podría llegar a formar el primer gobierno liderado por una mujer.