La guerra entre Rusia y Ucrania fue uno de los principales detonadores del incremento en la inflación global, los precios de los commodities se dispararon por las tensiones y las dificultades en la producción y suministro de alimentos, fertilizantes y energéticos.Sin embargo, aunque la tendencia, en esos escenarios es el aumento en los precios, no siempre el nerviosismo generado por la geopolítica se traduce en ello. Esto se desprende del más reciente informe del Banco Mundial sobre las perspectivas de los mercados de productos básicos, no solo en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania sino de un eventual conflicto generalizado en Oriente Medio.Según el informe Commodity Markets Outlook del Banco Mundial, los precios de los productos básicos caerán en 2025 a su nivel más bajo en cinco años en el contexto de un exceso de petróleo tan grande que probablemente incluso limite los efectos que provocaría un conflicto más generalizado en Oriente Medio.Sin embargo, estos precios seguirán siendo aproximadamente un 30% más altos que en los cinco años anteriores a la pandemia de covid‑19, advierte el análisis.En ese escenario de commodities, el principal papel lo va a jugar el petróleo, cuya oferta aumentaría el próximo año, superando la demanda en un promedio de 1,2 millones de barriles diarios, “un excedente que solo se ha superado dos veces antes: durante los cierres derivados de la pandemia en 2020 y en el colapso de los precios del petróleo en 1998″, recuerda el informe.Y allí el protagonista es China, pues este nuevo exceso de oferta refleja en parte un cambio importante en ese país, en el que la demanda de petróleo se ha estancado prácticamente desde 2023 como consecuencia de la desaceleración de la producción industrial y el aumento de las ventas de vehículos eléctricos y de camiones propulsados a gas natural licuado.“Además, se espera que varios países que no forman parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo o de sus aliados (OPEP+) aumenten su producción de petróleo. La propia OPEP+ mantiene una importante capacidad de reserva, que asciende a 7 millones de barriles diarios, casi el doble que en vísperas de la pandemia en 2019″, agrega el estudio.El Banco Mundial prevé que, entre 2024 y 2026, los precios mundiales de los productos básicos se desplomarán casi un 10%. En el caso de los alimentos, caerán un 9% este año y un 4% adicional en 2025 antes de estabilizarse. De todos modos, sus valores seguirían casi un 25% por encima del nivel promedio registrado entre 2015 y 2019. Por su parte, los precios de la energía caerán según las previsiones un 6 % en 2025 y otro 2 % en 2026.Para esta entidad multilateral, la reducción de los precios de los alimentos y la energía les daría una mano a los bancos centrales de los distintos países para controlar la inflación.Y aunque la reducción en los precios se estima en plenos conflictos en distintas partes del mundo, el estudio advierte que una escalada de las contiendas armadas podría complicar esos esfuerzos al interrumpir el suministro de energía y hacer subir los precios de los alimentos y la energía.“La caída de los precios de los productos básicos y la mejora de las condiciones de la oferta pueden servir como factor de amortiguación frente a las crisis geopolíticas”, afirmó Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial.
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