Nadie imaginaría que una cámara amarrada al tronco de un árbol pudiera salvarle la vida a un animal. Aunque parece inverosímil, esta técnica de conservación medioambiental ha sido crucial para la identificación de la fauna silvestre, el control de especies y la educación ambiental alrededor del mundo. Mediante el uso de cámaras trampa, las imágenes son capturadas sin intervención humana, aumentando la cobertura geográfica, taxonómica y las posibilidades de generar acciones.Según el Instituto Humboldt, Colombia registró más de 13 mil imágenes y 77 especies a través de cámaras trampa en 2023. El puma, la danta, el oso andino, el oso hormiguero y el jaguar fueron las especies más destacadas. El uso de esta herramienta fue sustancial para confirmar el número de especies y gestionar nuevas estrategias de conservación.Por eso, cuando la Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible (Asocars) anunció la primera red nacional de monitoreo de biodiversidad fue imposible no inquietarse. Más de 390 cámaras de fototrampeo conformarán la Red Otus, un proyecto que busca monitorear la fauna silvestre mediante el uso de inteligencia artificial y el trabajo de líderes ambientales.“Lo que podía tardar hasta seis meses ahora se podrá hacer en cuestión de minutos gracias a mecanismos de inteligencia artificial. Además, muchas de las cámaras que se van a adquirir para la Red tendrán la posibilidad de transmisión de datos vía celular. Esta alianza es un gran paso para fortalecer las intervenciones ambientales y mejorar los corredores de conectividad”, señaló Marco Antonio Suárez, director general de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca.Con la Red Otus, las CAR monitorearán los ecosistemas con mayor importancia ambiental en Colombia, articulando tecnología IA que organizará los datos generados por el trabajo de las comunidades. Entre los animales que mayor énfasis tendrán inicialmente están el puma, el jaguar y los tigrillos.Asimismo, cada registro contará con información relevante como la fecha y hora del registro, el comportamiento y el reconocimiento de individuos con marcas o patrones de coloración.“El fototrampeo surge como una herramienta alternativa que, implementada con el apoyo de comunidades locales, podrá proporcionar información de vital importancia para responder a desafíos de la conservación ambiental. Además, creará la base para diseñar instrumentos económicos para la caracterización y el monitoreo”, aseguró Fabio Arjona, vicepresidente de Conservación Internacional Colombia.El lanzamiento oficial de la Red Otus se realizó en el marco de la COP16. Organizado por el Instituto Humboldt, el panel contó con la participación de importantes líderes de conservación como Jorge Ahumada, Ph.D. de la Universidad de Princeton y director ejecutivo de Wildlife Insights, una herramienta crucial para la implementación de este proyecto.Wildlife Insights es una herramienta de inteligencia artificial que, basada en modelos de aprendizaje automático, agiliza la toma de decisiones sobre datos obtenidos por las cámaras trampa en la vida silvestre. Así, el tiempo de gestión y análisis se reducen, y es posible implementar medidas más eficaces.“La plataforma de Wildlife Insights fue creada exactamente para proyectos como Otus. Utilizando inteligencia artificial y tecnologías avanzadas de manejo de datos, nuestro propósito es acelerar la gestión y el manejo de la biodiversidad a través de imágenes de foto trampeo confiables y accionables en diversos sectores”, indicó Ahumada.Con la implementación de esta herramienta en la Red Otus, los animales podrán ser identificados automáticamente por el sistema IA, lo que significa un avance enorme para el sector. Miles de imágenes podrán ser etiquetadas en cuestión de minutos.El equipo de Red Otus comenzará sus operaciones con 390 cámaras trampa, pero se espera que aumenten progresivamente. El nombre del proyecto responde a ‘otus’ que, traducido al latín, significa ‘búho’, y es utilizado para nombrar a un grupo de búhos de la familia Strigidae. Su mayor rasgo: son aves de rapiña que escudriñan todo el tiempo en busca de información. Así como una cámara trampa.“Con este mecanismo de monitoreo de la fauna se permitirá la apropiación del ambiente, gracias al trabajo de grupos de monitoreo, investigadores, estudiantes, autoridades, entidades locales y comunidad, para reconocer los diferentes ecosistemas y fauna que posee el país”, concluyó Yesid González Duque, director de Asocars.