En el coliseo Fredilberto Ramos de Tarazá, campesinos de varios municipios del Bajo Cauca, el Magdalena Medio y Urabá esperaban la llegada del presidente Gustavo Petro para un evento de entrega de tierras. Sin embargo, a las 4:00 p.m., los organizadores informaron que el mandatario no asistiría y que, en su lugar, la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, encabezaría la ceremonia.
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A pesar de la ausencia de Petro, el evento se llevó a cabo con la participación de Otty Patiño, comisionado de paz; Juan Felipe Harman Ortiz, director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), y alcaldes del Bajo Cauca, quienes hicieron énfasis en la importancia de la entrega de tierras en la región para la construcción de paz.
Felipe Ortiz explicó que los retrasos en el evento fueron causados por el mal clima en Bogotá y pidió disculpas a los asistentes. Durante su intervención, afirmó que el Gobierno ha entregado 14.000 hectáreas en el Bajo Cauca hasta la fecha y que con estas acciones se busca contribuir a la paz y al desarrollo rural. Además, enfatizó que “la mejor forma de derrotar la violencia es asegurar que los campesinos puedan trabajar en sus propias tierras”.
Otty Patiño, por su parte, reiteró el compromiso del Gobierno con la reforma agraria y con el cumplimiento de los acuerdos de paz. Recordó que este proceso requiere además de la entrega de tierras, la mejora de infraestructuras, como las vías, y la creación de condiciones para el desarrollo de las comunidades.
La ministra Carvajalino, al tomar la palabra, recordó que la región de Tarazá ha sido históricamente afectada por la violencia, rememorando los tiempos en que el río Cauca fue testigo de la violencia y del despojo de tierras en los años 90. “Este río, que ha visto la guerra, hoy puede ser testigo del presidente Gustavo Petro”, expresó. En su discurso, prometió avanzar en la recuperación de la vida campesina y en el impulso a la producción agrícola en el Bajo Cauca.
Uno de los momentos simbólicos del evento fue la entrega de azadones a las 12 asociaciones campesinas presentes, una herramienta que representa el compromiso de los agricultores por trabajar en la tierra que hoy les pertenece. Además, se firmó el decreto para la constitución de la Zona de Reserva Campesina de Tarazá, bajo el acuerdo 398 de 2024, con la intención de preservar más de 42.000 hectáreas para la producción agrícola y la conservación ambiental.
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El evento forma parte de la Reforma Agraria y la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, un proyecto del Gobierno para reparar a las familias desplazadas por el conflicto armado. Durante la ceremonia, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) entregó 3.671 hectáreas, terrenos que en el pasado pertenecieron a jefes paramilitares como Ramiro Vanoy, alias “Cuco Vanoy”, y Carlos Mario Jiménez, conocido como “Macaco”. Ahora, estos predios pasarán a manos de 282 familias rurales.
Con la entrega de estas tierras, el Gobierno busca impulsar proyectos agrícolas en la región. En el Bajo Cauca, se entregaron 3.280 hectáreas, de las cuales 584 están en Tarazá. Esta zona ha sido declarada Reserva Campesina, con más de 42.000 hectáreas destinadas a la producción agrícola y a la preservación ambiental.