El estrés es una experiencia común en la vida de muchas personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este estado de preocupación o tensión mental surge frente a situaciones difíciles.
Sin embargo, cuando se convierte en algo crónico, puede desencadenar problemas físicos y psicológicos. De acuerdo con un análisis de Ipsos publicado en el Día Mundial de la Salud Mental 2023, más del 60 % de los adultos en el mundo han reportado que el estrés afecta sus vidas.
Entre las consecuencias más notables del estrés crónico está el aumento de peso, un fenómeno que va más allá de los impulsos alimenticios momentáneos. La doctora Luisa Fernanda Becerra, nutricionista y dietista adscrita a Colsanitas, explica que “el estrés crónico incrementa la producción de la hormona cortisol, que participa en el control de los niveles de azúcar en la sangre, la presión arterial, la inflamación y el metabolismo de los nutrientes”.
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La psicóloga Mariana Duque, especialista del Programa de Obesidad de Colsanitas, añade que el cortisol también influye en el apetito y la digestión.
“En tiempos de crisis, la producción prolongada de cortisol termina generando un desbalance químico que afecta el bienestar metabólico. Esto inhibe el funcionamiento saludable del sistema digestivo y endocrino, lo que dificulta el manejo del peso corporal”, dijo.
Consejos para un manejo saludable del estrés Para romper los ciclos de estrés y mejorar la calidad de vida, las expertas ofrecen cinco recomendaciones:
Evitar dietas restrictivas: Este enfoque puede provocar episodios de atracones.
Incluir alimentos naturales: Consumir una variedad de alimentos de todos los grupos favorece una alimentación más balanceada.
No prohibir alimentos: Es mejor evitar satanizar ciertos ingredientes y optar por una alimentación consciente e intuitiva.
Identificar las señales del cuerpo: Preguntarse si el hambre proviene de una necesidad física o de una emoción es fundamental para evitar comer por ansiedad.
Buscar ayuda profesional: Contar con el apoyo de expertos en salud permite abordar tanto la ansiedad como el estrés de manera integral.
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Autocuidado como clave para manejar el estrés Las especialistas coinciden en que el autocuidado es crucial para manejar períodos de alto estrés. Esto implica atender necesidades físicas, emocionales, mentales y espirituales. Métodos como la meditación, el yoga, el ejercicio regular y la terapia son herramientas valiosas para identificar los desencadenantes del estrés y desarrollar estrategias personalizadas para enfrentarlo.
En un mundo donde el estrés parece inevitable, estas pautas ofrecen un camino hacia un estilo de vida más equilibrado y saludable, poniendo en el centro la importancia del bienestar integral.