En un entorno cada vez más competitivo, en el que las preferencias de los consumidores cambian constantemente, la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos están revolucionando el marketing. Con su uso estratégico, las empresas buscan anticipar oportunidades y prepararse con mejor precisión frente a escenarios inciertos. Hoy, gracias a estas herramientas, las compañías no solo identifican patrones, también pronostican comportamientos futuros, lo cual fortalece su capacidad para tomar decisiones de alto impacto. Esta tendencia fue uno de los puntos de análisis del conversatorio ‘Marketing predictivo: esto no es rocket science’, del evento Líderes del Mercadeo en Colombia.Moderado por Juanita Gómez, directora de Video de Semana, este espacio contó con la participación de Giovanni Stella, gerente de Google para Colombia, Centroamérica y el Caribe; Andrea Suárez, CEO de UM Global; José Madera, VP de Marketing y Growth de Lulo bank y Andrés Pineda, gerente de Marketing Digital del Banco de Bogotá. La predicción de comportamientosLa inteligencia artificial llegó para transformarlo todo, incluso la manera en que la gente se comunica y en la que se consume la información. Desde la segmentación de clientes hasta la personalización de campañas en tiempo real, la IA habilita un nivel de predicción que antes parecía impensable, como lo dijo Stella. “Uno de los usos principales de la IA es predecir comportamientos aplicados a las empresas digitales. El motor de recomendación de las diferentes plataformas de streaming recomienda contenido a los usuarios. El machine learning logra analizar la data y entender las preferencias de los consumidores, y eso es algo que se aplica al marketing desde hace algún tiempo”, aseguró.Entre tanto, José Madera, vicepresidente de Marketing y Growth de Lulo bank señaló: “Con la IA tenemos la capacidad de medir las interacciones de los clientes, saber que tan satisfechos están. Lo primero es tener una buena base de datos y luego un entrenamiento de lenguaje natural para darle una intención y un tono humanizado”.Entre las tendencias que van a seguir impactando al consumidor, desde Google se han enfocado en enriquecer el buscador y ofrecer la experiencia de Gemini, un bot conversacional de inteligencia artificial multimodal y generativa desarrollado como respuesta directa al auge de ChatGPT de OpenAI.También los algoritmos de machine learning permiten analizar grandes volúmenes de datos en cuestión de segundos, extrayendo información crítica que anticipa tendencias y cambios en las preferencias de los consumidores. De esta manera, las empresas pueden personalizar sus mensajes para que lleguen al cliente adecuado en el momento justo, mejorando notablemente sus tasas de conversión.“Las empresas tienen que actualizarse todo el tiempo. Lo positivo es que tienen oportunidades por todos lados de testear herramientas y estrategias”, indicó sobre el tema Giovanni Stella.El fututo para las marcas¿Cómo las marcas están delegando el uso de la inteligencia artificial? Ante este interrogante, Andrea Suárez explicó que toda la revolución que está trayendo la IA impulsa a reimaginar una nueva era del marketing.“En los últimos años, hemos visto cosas transformacionales, el impacto del social media y la automatización. Es muy claro que para el comienzo de 2026, a nivel global, el 85 por ciento de las tareas de marketing serán automatizadas”, pronosticó y advirtió que el peligro grande es dejar el pensamiento en manos de las máquinas. En consecuencia se obtendrían marcas débiles, por lo que invitó a pensar estratégicamente para innovar y buscar las diferencias en ellas. Otro pilar clave es el análisis de datos. Esta metodología rápida y flexible no solo permite revisar y ajustar estrategias en tiempo real, sino que ayuda a los equipos de marketing a responder rápidamente a las tendencias emergentes o a las variaciones en el comportamiento del mercado. Así, las compañías están mejor equipadas para enfrentar desafíos o aprovechar nuevas oportunidades con base en datos y no en suposiciones.Al respecto, José Madera contó cómo desde Lulo están haciendo más eficientes sus procesos basados en la digitalización y aprendiendo todos los días cómo darle un tono significativo para beneficio de sus clientes y usuarios.“Es tremendo el aprendizaje todos los días. El hecho de que estemos basados en tecnología IA es lo que hace que podamos devolverle a los usuarios las rentabilidades, las no cuotas de manejo y los beneficios. Así como tenemos un cerebro racional, tenemos que entrenar una capa del cerebro en función de la IA, que nos invite a pensar cómo puedo resolver problemas”, sostuvo Madera.Campañas más efectivasAl integrar IA y análisis de datos en sus estrategias, las empresas obtienen una clara ventaja competitiva: no solo pueden reaccionar ante los cambios, sino que los predicen. Esta capacidad de anticipación mejora la efectividad de sus campañas y optimiza el uso de sus recursos, permitiendo que cada esfuerzo de marketing sea más preciso y rentable.En esto coincidió Andrés Pineda, quien añadió que la clave está en el entendimiento de la data, en la hiperpersonalización y el entendimiento de las audiencias. “En los bancos es muy común hablar de segmentos masivos o premium, pero dentro de estos segmentos hay usuarios que tienen diferentes gustos y comportamientos. Actualmente, con la IA estamos generando muchos procesos, pero el gran trabajo está en el entendimiento de las audiencias, saber qué es lo que las mueve y cuáles son sus preferencias”. Y destacó que lo valioso es cómo se transforma esa información en las campañas.Fueron varias las reflexiones que dejó este conversatorio, sin embargo, entre las más relevantes se destaca el que la inteligencia artificial y el análisis de datos están redefiniendo el panorama del marketing, otorgando a las empresas una capacidad de predicción y personalización sin precedentes hasta hoy. En esta nueva era, coincidieron los panelistas invitados, la clave estará en mantener el equilibrio entre la automatización y el pensamiento estratégico. Para que las marcas sean sólidas y relevantes, deberán utilizar la tecnología como un complemento para innovar, diferenciarse y, en última instancia, conectar de una manera cada vez más auténtica y sincera con sus audiencias.