Durante octubre y lo corrido de noviembre, los bogotanos han vivido algunos estragos causados por los fuertes aguaceros en la capital del país. Caída de árboles, remociones en masa, encharcamientos y hasta graves inundaciones como las ocurridas en la Autopista Norte, han sido el común denominador por estos días.Sin embargo, a pesar de las fuertes precipitaciones, y contrario a lo que miles de personas pudieran estar creyendo, las lluvias presentadas en Bogotá en nada han ayudado a subir el nivel de los embalses que abastecen de agua a la ciudad.Lo que sí ha contribuido a incrementar ese nivel son las lluvias que se han presentado en la región de la Orinoquia y en las cuencas que abastecen los embalses de Chuza y San Rafael, a tal punto que el Sistema Chingaza ya superó el 50 % en su nivel, pero aún está lejos del 70 % que debería tener para esta época del año.En ese orden de ideas, el racionamiento de agua en Bogotá y en la región, lejos de eliminarse, es una medida que seguirá en el corto y mediano plazo. Así lo confirmó la propia gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Natasha Avendaño.Y es que a pesar del buen comportamiento de las lluvias entre octubre y noviembre, en donde está ubicado el Sistema Chingaza y las cuencas que lo abastecen, el déficit de las precipitaciones al principio y mitad de año fueron supremamente alarmantes.“Agosto fue el agosto más seco en los últimos 45 años. En agosto no llegamos ni al 45 % de las precipitaciones históricas esperadas. Y septiembre estuvo peor en lluvias, y eso fue lo que nos llevó a retomar la restricción diaria en el racionamiento”, aseguró la gerente Avendaño.Y ese preocupante déficit de lluvias pasa mayor factura en un sistema como el de Chingaza que se llena anualmente.“El sistema Chingaza es un sistema de regulación anual. Aquí lo que históricamente sucede es que en los meses en los que más lluvias hay históricamente son entre mayo y septiembre, empezando la temporada de lluvias en abril, finales de marzo y terminando más o menos hacia el mes de octubre. Pero agosto y septiembre de este año fueron meses atípicamente bajos y secos”, indicó Avendaño.Y aunque la información histórica hasta el momento señala que desde octubre y hasta marzo se presentan meses secos en el Sistema Chingaza, durante este 2024 el panorama ha sido diferente, tal cual como se ha visto reflejado con los fuertes aguaceros.“Lo que la hidrología histórica nos muestra, que es la información que tenemos de 60 años de mediciones en el páramo de Chingaza, es que los meses que vienen son meses con pocas lluvias, estoy hablando de octubre hasta marzo. Afortunadamente, la buena noticia es que efectivamente el cambio climático nos está poniendo unos niveles de impredecibilidad o de más bien incertidumbre adicional a la que ya había en la exactitud de las predicciones. Y este año tuvimos un octubre muy bueno en términos de lluvias, que nos permitió volver a coger una tendencia ascendente, y noviembre siguió con ese buen comportamiento, a pesar de que históricamente no llueve tanto en el sistema, para ubicarnos en lo que estamos hoy, que es por encima del 50 %”, sostuvo la gerente del Acueducto.No obstante, a pesar de ese buen comportamiento de lluvias en octubre y noviembre, el panorama no es del todo alentador.“La mejor información que tenemos es que noviembre es bajo, diciembre es bajo y enero, febrero y marzo también son bajos en lluvias. Entonces, en este momento, como aquí las decisiones se toman con información y basado en datos, decir que vamos a levantar la restricción porque ya superamos el 50 % del Sistema Chingaza, no es responsable. Nosotros mantendremos en este momento la restricción como está”, puntualizó Avendaño.Así las cosas, la administración distrital mantendrá el racionamiento de agua en Bogotá, pese al buen comportamiento de las lluvias en octubre y lo que va de noviembre en el Sistema Chingaza, porque como lo ha reconocido la propia gerente Avendaño, las lluvias en la capital del país en nada ayudan al llenado de los embalses.“¿Los aguaceros que han caído en Bogotá han servido para llenar los embalses? La respuesta a esa pregunta es no, porque el agua que cae en Bogotá no tenemos cómo mandarla allá a los embalses. No son los aguaceros en Bogotá los que han servido, es que también ha llovido en las cuencas abastecedoras de Chingaza, tanto en el embalse como en el Meta y en las cuencas de la Amazonia y en la Orinoquia, y eso ha permitido que los afluentes que también llenan la represa de Chuza tengan incrementos”, precisó Avendaño.Indicó: “En el mes de octubre estuvimos cerca del 80 % de precipitaciones más o menos del histórico para un mes de octubre. Lo cual fue muy bueno, dado que veníamos de un septiembre con tan solo un 21 % del histórico de lluvias. En noviembre a hoy, 14, estamos en el 192 %. Pero la información histórica nos muestra que los meses que vienen son secos, por lo tanto hay que mantener el racionamiento”.Y es que pese a este buen comportamiento en las lluvias en octubre y noviembre, las cifras reportadas por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) obligan a tener mucha cautela.De acuerdo con el reporte diario que entrega la CAR Cundinamarca, el Sistema Chingaza cerró agosto con un nivel del 50,04 %, en septiembre lo hizo en 44,21 %, en octubre, a pesar de las buenas lluvias, cerró en 44,94 %, y con corte al 15 de noviembre, el sistema está en 51,63 %.¿Cuándo llegaría el día cero?El 20 de septiembre, cuando se anunció la decisión que regresaba el racionamiento diario de agua en Bogotá, el alcalde Carlos Fernando Galán anunció que lo que sería un día cero en la ciudad el cual llevaría a tomar medidas más restrictivas en el racionamiento de agua.“Hemos decidido poner una fecha a la cual le hemos llamado el día cero. Si el nivel del Sistema Chingaza llega a un nivel del 36 %, tendremos que tomar medidas más restrictivas de las que estamos tomando hoy. Entonces, hay que prepararnos para eso. El día cero se va a alcanzar cuando el Sistema Chingaza llegue al 36 %”, anunció el mandatario distrital en su momento.Pues bien, a pesar de las lluvias de octubre y noviembre, la gerente Natasha Avendaño no solo indicó que va a continuar el racionamiento de agua en Bogotá, sino que, además, reveló cuándo llegaría ese día cero.“La empresa no predice condiciones climáticas. Lo que hacemos nosotros es, con base en la información histórica, hacer modelaciones hidrológicas de nuestros embalses de acuerdo a las afluencias. Nosotros tenemos curvas en las que se estima el posible nivel del embalse al finalizar del año, si tenemos el 70 % de las afluencias históricas, el 50 % de las afluencias históricas o el 40 %. Estamos manejando esos tres niveles porque no tenemos suficiente información para decir que vamos a tener el 200 % de las afluencias históricas. Uno tiene que ser conservador en los supuestos para no ir a tomar decisiones equivocadas. Entonces, con esos supuestos estamos proyectando, con el panorama más optimista, que es un 70 % de las afluencias históricas, más o menos hacia finales del mes de marzo, llegaríamos al día cero”, subrayó la gerente del Acueducto de Bogotá.Y agregó: “En septiembre hablábamos de que ese día cero podía ser finales de diciembre, principios de enero. Pero con el buen comportamiento de las lluvias, se nos ha estirado la llegada al día cero más allá de la segunda mitad de marzo”.En diálogo con SEMANA, la directora del Ideam, Ghisliane Echeverry, confirmó lo dicho por Avendaño de acuerdo con las modulaciones.“El pronóstico nos está indicando que por ahora vamos a tener lluvias, tanto en la región Andina como en esa parte de la región Orinoquia donde está el Sistema Chingaza, y que estas lluvias se van a extender al mes de diciembre. Donde empieza un poquito a marcarse la diferencia va a ser a partir de diciembre, porque ya al mes de enero se muestra con influencias de lluvia, especialmente en la región Andina, pero no así en la región Orinoquia. Allí las precipitaciones incluso en este momento son mucho menores, pero además la temporada de menos lluvias se extiende hasta marzo”, dijo la funcionaria.“Y con el agravante, por así decirlo, de que según los datos históricos, la Orinoquia no se ve afectada por el fenómeno de La Niña. Entonces, aunque se consolida el fenómeno de La Niña, pues estas lluvias no serían significativas en la Orinoquia”, complementó la directora del Ideam.En ese sentido, la funcionaria también habló de cuándo podría llegar el día cero.“Desde ya hemos hecho un trabajo mucho más preciso y técnico en relación a modelar escenarios para lo que puede pasar en los embalses. Se han planteado un único escenario de demanda y tres escenarios climáticos. Porque como hablamos de probabilidades, entonces lo que nosotros hacemos es modelar tres escenarios. Y uno de ellos nos indica que con una de demanda de 7 metros cúbicos por segundo y un escenario moderado de lluvias, llegaríamos al 36 % del nivel de Chingaza (día cero) en abril del próximo año”, sostuvo Echeverry.