Juan David Rada, visiblemente consternado al darse cuenta de que pudo haber caído en una posible estafa en el área de comidas del aeropuerto El Dorado de Bogotá, decidió alertar a otros viajeros a través de sus redes sociales sobre una presunta “modalidad de robo” que se estaría llevando a cabo en el aeropuerto.En un video que compartió en su cuenta de TikTok, el colombiano narró su experiencia: “Hoy fui al aeropuerto a esperar a mi mejor amiga que venía de Barranquilla. Llegué temprano y me senté a tomar un café entre los puntos de atención de Avianca y Latam, donde se tiene una buena vista de la pista”.Sin embargo, mientras se preparaba para encontrarse con ella, una mujer que estaba sentada cerca se le acercó “para entablar conversación” sin saber que en ese momento iba a ser víctima de una posible estafa.“Estuve como cuatro horas, porque llegué muy temprano y cuando mi amiga aterrizó se me sentó una señora al lado. Al principio no hablamos ni nada, yo estaba concentrado en guardar mis cosas para ir a buscarla, pero ella me preguntó ¿Llegas o te vas?”, relató el ciudadano.Y agregó: “Le contesté que solo estaba esperando a una amiga que llegaba de viaje y me preguntó: ¿amiga o novia? Entonces le expliqué que solo éramos amigos, pero ella fue muy insistente con el hecho de cuadrarme a mí con ella”.La mujer lo habría mantenido cautivo durante varios minutos, prolongando la conversación de manera insistente. Finalmente, se acercó al denunciante de forma inapropiada y le hizo una solicitud bastante extraña. @juandrada__ nueva modalidad de robo en bogotá no apta para torpes como YO 🙃 #modalidadderobo #bogotá #aeropuerto #videoviral #parati ♬ original sound - Juan David Rada “Me dio que iba a rezar para que mi amiga terminara con su novio y yo pudiera cuadrarme con ella y luego se me acercó, como quien no quiere la cosa, y me dijo que cuidaba a dos señoras, a las que ya había dejado en el avión, pero estaba atrapada en el aeropuerto porque no tenía efectivo para ir a su casa, en Chiquinquirá”.Y añadió: “Me preguntó si podía darle dinero y le expliqué que no tenía efectivo, pero me dijo: yo también tengo Nequi. No supe cómo decirle que no, la tenía a dos centímetros, entonces, le pregunté cuánto necesitaba y me dijo que $30.000″.Tal vez fue la charla, la proximidad o su disposición a confiar, pero decidió ayudarla sin reflexionar sobre la situación en su totalidad ni considerar que podría haber sido una táctica bien planeada para obtener dinero.“Justo tenía 30.000 en Nequi, así que se los pasé, pero me pidió que bajara la voz porque había gente al lado y no quería que pensaran que me estaba mendigando, aunque era justo lo que estaba haciendo”, relató el ciudadano.Según sus propias palabras, Rada aseguró que “no le metió malicia al tema”, pero la mujer siguió insistiendo en que se quedara unos minutos más para conversar, hasta que finalmente agarró sus pertenencias y se fue.No fue hasta que estuvo con su amiga y le contó lo sucedido que Rada se dio cuenta de que el encuentro podría no haber sido una casualidad, como inicialmente pensó, sino que podría haber sido una táctica planeada.Su amiga le explicó que probablemente había sido víctima de una estafa que manipula los sentimientos de los viajeros, abordándolos de manera desprevenida para “hacer dinero fácil” sin levantar sospechas entre los agentes de seguridad.Además, su amiga le detalló la situación y le aseguró que todo había sido una actuación diseñada para robarlo, aunque, afortunadamente, había conservado todas sus pertenencias, “pero ¿y mis 30 barras? Ajá, la vieja se inventó eso, porque si ustedes la ven, no parece. Muy conveniente que se me sentará al lado, esperará 10 minutos para hablarme y no quisiera que me fuera. No se dejen de nadie”.