Medellín será el punto de inicio de la discusión abierta sobre el proyecto de ley que busca ponerle el tatequieto a la comercialización de productos que ensalzan a delincuentes como Pablo Escobar.
El comienzo del debate público al respecto se da acá justamente por ser esta una de las ciudades del país donde más proliferan este tipo de imágenes, principalmente en sitios como la comuna 13, tal lo dio a conocer EL COLOMBIANO en un informe publicado este miércoles.
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Los ponentes del proyecto que pretende desmontar la cultura mafiosa son los representantes Cristian Avendaño (Partido Verde) y Juan Sebastián Gómez (Nuevo LIberalismo), quienes estarán al frente de una audiencia pública de la Comisión Primera de la Cámara que está planeada para celebrarse este viernes en el auditorio del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, a partir de las 9:00 a.m.
Están invitados todos los integrantes de la bancada antioqueña en el Congreso de la República, así como las autoridades locales, comerciantes que ejercen su actividad en los sitios turísticos de la ciudad y la comunidad en general.
Según le explicó Avendaño a EL COLOMBIANO, el propósito del proyecto es prohibir todo tipo de prendas o artículos que hagan alusión a personas condenadas. Ahí se cuentan por ejemplo las camisetas, vasos, imanes y réplicas de la cédula de Pablo Escobar, entre otros elementos que se venden alrededor de las escaleras eléctricas y el viaducto de la Comuna 13.
El texto original establece sanciones que pueden ir de uno a 16 salarios mínimos mensuales para quienes comercialicen esas mercancías, es decir desde 1,3 hasta más de 20 millones de pesos y el decomiso de los objetos. Pero también contempla sanciones para quienes las porten.
Sin embargo, la intención con los foros que se realizarán igualmente en otras ciudades como Bogotá, Cartagena y Cali es escuchar a los involucrados para armonizar la norma con la realidad de los posibles afectados, pues no hay hasta el momento una caracterización de las personas que se dedican a la venta de estos artículos.
Avendaño explicó que, sin embargo, lo principal no son las sanciones, sino que la sociedad colombiana tome conciencia del daño que le ha hecho la cultura mafiosa a nuestro país y cambie ese relato que ve como héroes a bandidos que consiguieron riqueza y poder a costa del sufrimiento de los demás.
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Por eso, habría una etapa de transición, calculada en los primeros seis meses, en la que las sanciones serían pedagógicas. “Las audiencias se hacen para entender cuál es la afectación y cuál debería ser el tiempo más adecuado; estamos dispuestos a modificarlo si a bien lo proponen los comerciantes o los demás representantes”, dijo el congresista.
La otra condición sería que la alcaldía acompañe a los comerciantes que saldrían afectados para que hagan la reconversión de su actividad.
Apuntó además que la idea de sacar una ley con este asunto le surgió tras ver en sus viajes al exterior cómo muchos extranjeros nos relacionan a los colombianos con el narcotráfico y con personajes como Escobar.
“Todo esto dentro de un marco cultural nos llevó a pensar que mandando un mensaje de que no nos sentimos orgullosos de esto y que tenemos más cosas valiosas por resaltar; si ese mensaje cala habrá valido la pena este paso por el Congreso”, añadió.
Un obstáculo inicial para el proyecto es la discusión acerca de si afecta la libertad de expresión. El argumento de los ponentes es que “los derechos de uno van hasta donde se empiezan a violar los de otros, y acá hay muchas víctimas del narcotráfico que se sienten revictimizadas al ver que se exaltan como héroes a quienes les causaron daño”.Además, le sugerimos: Otra narco serie: se graba en Medellín historia sobre hijos de Pablo Escobar